"Una pastelería en Tokio" es una película japonesa dirigida por Naomi Kawase y estrenada en el año 2015 donde se nos cuenta la historia de tres personajes; Sentaro un pastelero que hace y vende dorayakis (dulces japoneses) en una pequeña tiendita; Tokue una anciana que llega a la tienda y le ofrece sus servicios de ayudante al pastelero y Wakana una adolescente que tiene problemas en su casa y que de alguna manera se siente tranquila en la pequeña pastelería.

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El tema del filme es el eterno enfrentamiento entre los sueños y las dificultades de la vida para cumplirlos. Es una trama sentimental y verdaderamente hermosa ya que Sentaro le da trabajo a Tokue pero ella tiene las manos deformes por una enfermedad que sufrió de joven y aunque prepara la mejor pasta de judías rojas (An) con el cual se rellenan los dorayakis y la tienda comienza a tener éxito, no faltará quien comience a preguntarse quien es esa anciana con los dedos torcidos y las manos feas y si será contagioso lo que tiene. Prejuicios se llama eso.

Sentaro comienza a preguntarse lo mismo y tiene que despedirla, y comenzará así un desasosiego en su alma por cometer esa acción contra la buena señora que sólo quería ayudarlo. Tokue poco a poco le enseña que vale la pena vivir por los pequeños placeres que te da la vida, como la comida y escuchar los sonidos de la naturaleza. Para el final Sentaro aprende que a veces la sociedad condena a las personas a estar solos por los prejuicios y miedos que tiene de conocer y entender la verdad y el alma de lo que desconoce, por eso juzga y critica para esconderlos; pero ¿logrará desaparecerlos del todo? Sentaro entonces, tomará una decisión.