En lo profundo del mar vivía una comunidad de sirenas y seres marinos que convivían en agradable convivencia. Todos cumplían sus actividades y labores con gran esmero bajo la supervisión del Rey Tritón. Éste monarca era noble, virtuoso, justo y era un gran amante de la educación, el aprendizaje de idiomas y la defensa de sus dominios marinos.

El rey y sus hijas vivían en su hermoso castillo y eran amables y buenos; hecho por el cual eran muy amados y respetados por todos. Tritón era viudo y se ocupaba de la educación de su prole con mucho afán y dedicación. El mar les daba felicidad y tranquilidad; y tal vez por eso, Elena la sirena menor, se fastidiaba con las cosas del océano porque ya conocía todos los recovecos de su mundo y deseaba vivir emociones nuevas. Un día que estaba de excursión con sus amigos, se aventuró a salir hasta la superficie y llegó hasta una playa cercana donde miró la cosa más rara que había visto en su corta vida. Era un ser que andaba sobre la arena y no nadaba ni se arrastraba, sino que estaba erguido y lo hacía de una manera tan extraña y hermosa que a la sirena le llamó la atención. Elena se prendó de él y comenzó a aventurarse para mirarlo todos los días. Aunque se preocupaba mucho de que su aspecto no era parecido al suyo pues ella tenía cola de pez y él dos cosas que hacían posible que anduviera tan tranquilo y ufano sin tener que nadar como ella lo hacía.

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Al fin él se dio cuenta de la presencia de un chica dentro del agua y entró para conversar con ella. Pero el lenguaje que usaban era tan diferente que no se entendieron. Por señas acordaron que tomarían cartas en el asunto y pasaron una velada muy especial. Ambos se acercaron a una roca y se sentaron a conversar y a mirarse tranquilamente. Freddy que admiraba y estudiaba los seres marinos no sintió ni una pizca de miedo al descubrir que ella era una sirena. Pensó que era un descubrimiento que podría enriquecer su vida monótona y nada interesante de príncipe real.

Elena era muy floja para los estudios pero comenzó a ir a la biblioteca marina para estudiar sobre seres de otros hábitats y sus formas de comunicación. Ya su padre le había dicho alguna vez que debía aprender otros idiomas para hacerse entender por otros seres con los cuales compartía el mundo y que las guerras pueden evitarse si nos entendemos y comunicamos de manera asertiva.

Al tiempo Elena y Freddy se encontraron pudiendo conversar entre palabras y señas y llegaron a entablar una conversación amena estrechando lazos de amistad. Dialogaron y discutieron amablemente acerca de los habitantes del mar y de la tierra. Que la maldad y el amor coexisten en ambos mundos pero que todo debe lograr un equilibrio para vivir en armonía y paz.

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Estos dos chicos de mundos tan diferentes se hicieron buenos amigos ya que eran muy jóvenes para ser por ahora algo más. Tal vez con el tiempo podrían entablar una relación diferente que los llevaría a vivir aventuras extraordinarias y peligrosas…Pero esa es otra historia.

¡BYE!

@javert68justice