" Tus ojos son la calma para la tormenta que me provoca tu cuerpo, cuerpo que deseo deshacer entre caricias y mordidas; tus labios son el antídoto para el veneno de tus palabras, palabras que hieren en mi alma lo mismo que mis dientes sobre tu piel; me deleito en el sonrojo de tu piel, obtengo el éxtasis de la vergüenza que intentas ocultar con el salvajismo intermitente que te eleva a la hermosura de los querubines. Eres ambrosía para mi existencia. "

Esto es algo que escribí para... Oh, por favor, no, no te sonrojes aquí en público, por favor, tus labios son irresistibles con tus mejillas sonrosadas, y si llego a besarte, sé que ese sonrojo viajará por todo tu cuerpo y ninguno de los dos podrá contenerse, lo sabes. Deja de sonreír mordiendo tu labio inferior y apartar tu rostro de mi mirada, joder, ¿o quieres que gracias al carmesí de tu piel se enteren de lo que estamos hablando?

Ah, ¿yo tengo la culpa por susurrarte al oído lo que te escribí? Si hubiera querido sonrojarte te habría descrito con detalle todas las sensaciones que solo tu lengua y tus labios provocan en mí, sí, recuerda todo lo que haces con ellos y las palabras que en esos momentos salen de mis labios, recuerda la disposición con la que te ofreces y el placer que obtienes cuando te tomo; solo recuerda cada vez que, justo como ahora, te hablo al oido y deslizo la punta de mis dedos desde la base de tu espalda, por toda tu columna, a tu cuello, para enterrar mis dedos en tu cabello y jalarlo para exponer tu cuello.

Sí, ahora sí quiero que te sonrojes aún más, quiero que no puedas mantenerme la mirada y tu respiración sea agitada, quiero que muerdas tus labios todo lo que quieres antes de que lo haga yo, quiero que desees en este momento todo lo que sabes que puedo ofrecerte y con gusto darte, pero que no vas a recibir... eso, clava tus dedos en mi brazo, exige lo que quieres, porque solo hasta esta noche podrás reunirte conmigo, y juntos, podremos hacer realidad todo lo indecible.

Respira y refresca un poco tu rostro, que siendo impertinentes justo ahora no llegaremos muy lejos sin importar el placer que podríamos obtener, tenemos que esperar, debemos hacerlo, así que vuelve a pensar sobre eso que tan bien ocultas de mí, pero que en algún momento me develarás.