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Los personajes

En una novela, los personajes son los que dan vida a la historia. Cada uno de ellos tiene una particularidad que lo hace diferente a los demás.

En mi caso, a medida que surge un nuevo personaje en la narración, trato de anotar en un nuevo archivo sus características, donde detallo hasta el tipo de voz, su estatura, color de piel, esto para tener una guía y de esa manera, cada vez que haya un dialogo, el lector pueda identificar rápidamente a cada uno de ellos.

Por ejemplo:

Ana:

Es la protagonista. Tiene una voz muy dulce y trata a las personas con mucho cariño. Es de tez blanca y cabello negro. Sus manos son muy suaves y le gusta vestir de color rosa y azul. Casi siempre calza sandalias y su forma de ser es bastante relajada. Le gusta tomar café y escuchar música clásica.

María:

Es la mejor amiga de Ana. Es fotógrafa. Le gusta el café. Viste mucho con faldas y le gustan los colores amarillo y verde. Es morena y gordita. Ama comer pizzas y es muy cómica al hablar.

En el caso de los personajes masculinos, es importante que tengas en cuenta que no todos pueden tratar a las mujeres iguales. Cada uno va tener su propio carácter y algún gesto en particular que con tan solo leerlo, ya el lector sabrá de quién se trata.

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Como ven, hay diferencias entre cada personaje. Por eso se deben tener cuidado de no confundirlos al momento de hacer un dialogo.

Con esto, ya se tiene una base, para que al momento de hablar de tu personaje, puedas recordar de quién se trata y evitarás caer en lo que muchas veces hacemos cuando dejamos a un lado la novela y la tenemos que retomar, y terminamos confundiendo las características de ellos, y hablamos de un personaje con la descripción del otro o todos terminan hablando igual sin poder reconocer de quien se trata.

En líneas generales, el hacer este ejercicio, nos va a permitir que al escribir sobre un personaje, podamos tenerlo en nuestra mente como si se tratara de alguien real.

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Espero que lo pongan en práctica.

Hasta un próximo post!