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La navidad es una época del año que en Europa y América, por razones culturales y religiosas, se celebra con cierta intensidad, se come como si el mundo se fuera a terminar, se bebe como si quisiéramos olvidar algo o para soportar a ese familiar al que no soportas sereno y además, en la televisión nos bombardean con películas incalificables sin resultar insultante y jugarme una demanda y el cierre de esta sección e incluso de la revista…

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¿Que es descentralizada? Si, ya lo se, así que imagínense lo que se me pasa por la cabeza. Pero hay algunas excepciones que son dignas de mencionar y voy a dar mis recomendaciones.

Tras leer la entradilla del artículo, cualquiera de ustedes, que son muy avispados y las pillan al vuelo, pueden llegar a la conclusión de que no me atraen especialmente estas fiestas. Están en lo cierto, personalmente me niego a que una tradición me ordene que tenga que estar feliz con el mundo y con los que me rodean en estas fechas simplemente porque… ¡¡ES NAVIDAD!!.

Dado mi espíritu crítico indomable, me paso todo el año feliz y contento, no discuto con nadie y sobrellevo mi vida lo mejor que puedo-, y lo cierto es que no puedo quejarme, tengo salud, amor y algún SBD en la wallet… pero cuando llegan estas fiestas me cambia el carácter y me vuelvo huraño e introspectivo. El espíritu navideño me da alergia, la hipocresía general es superior a mis fuerzas y las películas con mensajes subliminales de amor y felicidad soterrados bajo una cantidad ingente de almíbar y crema pastelera me dan ganas de vomitar, así que voy a obviar toda comedia romántica con tema navideño, la dirija quien la dirija y salgan las estrellas de Hollywood que salgan. ¡¡Todas a la basura!!

Una vez eliminado un subgénero, vamos con las pocas películas que creo que merecen la pena.

Para empezar, un película que es de hace muchos años y tiene como protagonista a un grande de la pantalla como es Bill Murray. Se trata de Scrooged o como se llamó en España, uno de esos títulos que las productoras se sacan de la chistera con la imaginación de un chimpancé borracho… Los Fantasmas Atacan al Jefe.

Se trata de una adaptación del clásico de Charles Dickens, Cuento de Navidad. y es de los pocos productos audiovisuales navideños que puedo reconocer como una película más que decente, un clásico de navidad.

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Otro clásico que todo aficionado al cine debe tener siempre muy presente es Eduardo Manostijeras. Tim Burton nos cuenta una historia que poco tiene que ver con la Navidad pero que se puede enmarcar en ella, ya que es la historia que le cuenta una yaya a su nieta el día de Navidad.

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Imaginense que el día de Navidad, les regalan un ser vivo como de peluche, muy mono y que hace ruiditos muy graciosos. Solo les dan una serie de directrices que deben seguir para no provocar un caos donde la muerte y la destrucción se cargan las Navidades de tu poblado… si amigos, los más jóvenes no tienen ni idea de lo que hablo, pero a los mayores de treinta años les digo que no los mojen y que no les den de comer a partir de la media noche. Ya saben de qué estoy hablando… Los Gremlins ¡¡Peliculón de terror/humor de la década de los 80!! Todos soñábamos con tener un Gremlin o un Criter.

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Mi última recomendación de película navideña es Pesadilla Antes de Navidad, otra de Tim Burton pero de animación y la verdad es que sorprendió en su día por la estética y el cuento que nos traía. Burton y los cuentos son casi uno.

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Y ya esta, de los cientos de miles de pelibazofias que se generan cada año no puedo pronunciarme porque huyo de ellas como de la peste, si ustedes pueden ampliar la lista, lo agradeceré. Por mi parte no hay nada mas que añadir… solo despedirme de todos ustedes y desearles que pasen unas buenas fiestas y que sean felices y que… ¡¡pero a quién pretendo engañar!! ¿ven?este es el postureo del que les hablaba al principio, ¡¡me importa un bledo como estarán estos próximos quince días!! Quiero que sean felices y tengan una vida digna todo el año y las navidades pasenlas lo más rápido e indoloro que puedan ;)

¡Un abrazo de Uno de Huesca y hasta el año que viene!