Hoy mirando las rosas del jardín recordé que cuando me gradué de bachiller me regalaron un rosal que daba rosas de color naranja. No sé por qué pero lo había olvidado... Me siento un poco triste porque no puedo recordar si me lo regaló mi hermano mayor o mis padres, lo que si recuerdo con claridad es lo mucho que me gustaba y lo mucho que me dolió cuando unos años después las hormigas se dieron un banquete con él.

Las rosas siempre me recuerdan a mi hija, porque cuando yo cumplí 15 años ella me regaló una enorme rosa roja. Ella no lo sabe, pero yo aun conservo guardados los pétalos de esa flor. Era la primera vez que alguien me regalaba una rosa y viniendo de ella fue aun más especial. Quizá se sientan intrigados porque recién descubren que tengo una hija, así que les contaré que yo no la parí, pero es la hija que la vida me dio, y aunque ya es una mujer adulta y ha hecho su vida lejos, siempre será mi niña.

Y mientras a mí las rosas me recuerdan a mi hija, a mi mamá le recuerdan a mi abuelo. Las flores de la foto, son del rosal que le regaló mi abuelo a mi mamá. Mi abuelo falleció hace 9 años, por lo que para mi mamá este rosal resulta aun más valioso.