El lago de Maracaibo es un símbolo del colapso petrolero de Venezuela

Gracias a una industria petrolera en auge, el país fue una vez el más rico de Sudamérica. Hoy Venezuela está sufriendo un colapso económico de proporciones históricas; en una tubería que sobresale en el agua turbia del Lago de Maracaibo, queda un espeso residuo de aceite negro. La catástrofe ambiental está tomando forma en el Mar Caribe, el antiguo centro de producción petrolera de Venezuela. Una y otra vez, el aceite deja las plantas en descomposición en grandes cantidades.

Últimamente, sin embargo, hay menos derrames de petróleo, este es el único efecto secundario positivo de la producción cada vez más reducida; en un lugar secreto, hombres informan sobre la magnitud de la disminución de los barriles de petróleo en los últimos años, porque nadie tiene permitido hablar de ello abiertamente. Los trabajadores de PDVSA informan sobre corrupción, incompetencia, descuido y mentiras: oficialmente, se extraen diariamente más de 200,000 barriles de petróleo en el lago Maracaibo.

En su apogeo, cuando PDVSA era una de las compañías petroleras más exitosas del mundo, tenía 900,000 barriles por día. Hoy en día, solo 10 de los 250 botes para transporte y suministro están en uso en el lago, y tienen problemas técnicos: los sistemas de radio y navegación no funcionaban, las baterías y accesorios desaparecían, los aguilones para los petroleros de gas natural ya no tendrían sistemas de extinción, aunque trabajaran con gas altamente explosivo. PDVSA prácticamente se detiene, ya está prácticamente paralizado y no produce nada más.

En la hiperinflación, un salario mensual es de alrededor de $ 10. Eso es suficiente para tres kilos de harina, por eso hay mucho robo en PDVSA, dicen los trabajadores. Hace al menos 10 años, PDVSA había degenerado en una tienda de autoservicio del gobierno. Después de la nacionalización de la producción de petróleo, los socialistas gobernantes solo se hubieran marchado para financiar sus programas sociales, pero ya no invirtieron.

Venezuela paga los préstamos con entregas de petróleo. El gobierno niega alrededor del 90 por ciento de sus ganancias en divisas provenientes de las ventas de petróleo. Parecía una historia interminable, porque Venezuela es el país con las mayores reservas de petróleo del mundo. Pero hoy los cofres están vacíos, PDVSA fuertemente endeudados. En Maracaibo, la metrópolis a orillas del lago, la crisis económica es visible en todo momento.

En las orillas del lago de Maracaibo se encuentra el sitio de una compañía naviera desposeída que trabajaba para PDVSA. Sus pequeños botes de transporte se oxidan bajo el sol tropical. Al lado están los restos de una exitosa fábrica de cemento, enormes agujeros en sus paredes exteriores, bajo el liderazgo del estado, ya no trabajaba eficientemente. Maracaibo es el resultado más dramático de una política económica fallida. La próspera metrópolis, que una vez fue un símbolo de la riqueza petrolera de Venezuela, se ha convertido en un cementerio industrial.