Recuerdo que una vez entrevisté a una prostituta que trabajaba en la calle. Cuando leí esta historia la recordé mucho. Tenía cicatrices en los brazos, no dejaba de decir que yo era "decente" y ella no, atisbaba porque no se sentía segura que la vieran hablando con alguien que no buscara sus servicios, en fin...La prostitución es un fenómeno social, y como todo fenómeno social, es complejo. Son muchas las mujeres que atraviesan procesos dolorosos porque no hay otras salidas. Y es que la meritocracia premia a aquellas personas "victoriosas" o "decentes", como Jackeline me llamaba repetidamente. Pero no lo creo así, ellas también son seres humanos y merecen respeto porque no sabemos qué hay detrás de su vida. Por suerte hay gente como tú, que se encarga de describir muchos acontecimientos con muchas finalidades. ¡Saludos!