La receptividad conmigo y mis compañeros turistas, fue sin duda MAGICA, jamás me imagine un trato tan amable y cordial de parte de todos. No tenían nada material altamente valorado, pero lo compartieron TODO con nosotros, su comida, vivencias, tips y hasta leyendas. “Moniar” en una mata de coco hasta la cima para darnos cocos, talar hasta buscar los famosos “Gusanos de palma de moriche” (comida típica de ellos) También compartieron el talento con la artesanía y nos prestaron botas de cauchos para adentrarnos al medio de la selva. Sonreír hasta despedirnos con un nudo en la garganta… Saber que sus recursos económicos son tan escasos y aun así no mostraron avaricia ni mezquindad a la hora de compartir lo poco con nosotros, eran totalmente felices con lo poco que tenían, no les hacía falta nada, pues “El árbol de la vida” les proporciona los nutrientes necesarios para alimentarse y estar sanos para la faena de todos los días, de la palma de moriche hacen pan, comen los gusanos, elaboran las canoas, artesanía y sus hojas son el techo de sus hogares. Somos totalmente desconocidos, no pertenecemos a su etnia, y no hubo malas caras ni miedo a acercarnos ni nada, todo esto me deja una enseñanza de vida que nutre mi alma y estoy seguro que no solo la mía si no la de todos los que ahí estuvieron conmigo. ¿Necesitamos tanto para ser felices? La ciudad cambia nuestra mente y nos hace vulnerables ante tantos problemas y situaciones en la que hoy en día vivimos en nuestro país, ellos no saben de escases de alimentos, pues pescan, siembran, cazan y elaboran su propia comida, mientras nosotros hacemos largas colas para poder adquirir un producto, luchar por conseguir una medicina o tener efectivo.

_{La verdad no pensaba que iba a hacerlo, pero lo hice, COMÍ GUSANO DE PALMA DE MORICHE ¿Su sabor? a mi me supo a pollo, a otros a pescado y a otros a lechuga, para ser sincero creía que seria desagradable pero no lo fue, tanto así que me comí 2 Jajaja, yo no como esto todos los días y las experiencias de la vida se viven y disfrutan, ¿Volvería a comerlos? pues claro, ya estoy preparado para comer de todo!!}

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_{Nuestro objetivo en las distintas familias también fue regalar sonrisas, llevamos donaciones de ropa, calzado , juguetes y medicinas, ¡Que bien se siente saber que, los buenos somos más! Juntos podemos lograr los grandes cambios y cada uno desde su trinchera enaltecer los valores que nos caracterizan como Venezolanos}

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Ganas de quedarme no me faltaron, pero lamentablemente las mentalidades no son las mismas y la visión de futuro de todos es diferente. ¿Pero que debemos aprender de los Waraos? En mi humilde opinión, así éramos la mayoría de los venezolanos, compartíamos todo, así fuera muy poco, siempre amables y llenos de sonrisas, realmente éramos Felices y no lo sabíamos.

VENEZUELA, eres realmente hermosa, llena de diversidad en todos los sentidos, Te Amo y gracias por mostrarme esta parte mágica de nuestro territorio llamado Delta Del Orinoco.

_{Todas las fotografías aquí mostradas son de mi autoria. Capturadas por una Nikon D3200}