Lo único constante en la vida es el cambio. Nuestro reto es tener la mente amplia para aceptar las nuevas tendencias y acomodarnos a ellas siempre y cuando estén dentro de los valores que hemos abrazado en nuestra forma de vida.
Por otra parte, no sólo debemos surfear la ola del cambio. Un reto mayor nos supone ser motores para el cambio, ello no necesariamente implica grandes transformaciones. Esto puede tener lugar como parte de un mejoramiento continuo, pudiendo ocurrir en espacios de menor impacto como en nuestra comunidad, en el lugar de trabajo, en nuestra familia e incluso dentro de nosotros mismos.