DE ESTA VIDA NADIE SALE ILESO... Original @idafc

Una vez escuche a alguien decir la siguiente frase: "de esta vida nadie sale ileso" y la verdad es que esa persona se refería al hecho de que a lo largo de nuestra vida tenemos momentos duros que superar que en muchas ocasiones deja cicatrices en nuestra mente y en nuestra alma. Pero para ser honesta esta frase hoy la quiero aplicar al amor... Y es que a decir verdad quisiera creer que todos en algún momento de nuestra vida hemos caído en un estado de Limerencia tan absoluto que ha evitado que salgamos ilesos, de esto que se llama vida...

Y lo cierto es que a veces Amar conlleva un costo implícito que pocas veces calculamos cuando comenzamos a transitar ese camino, muy pocas veces podemos prever lo mucho que terminaremos extrañando a alguien, lo mucho que nos costará superar "esa" etapa, o lo difícil que se convertirá escuchar algunas canciones; pocas veces entendemos la magnitud de aquello que sentimos hasta que observamos (como un cuadro a la distancia) la cantidad de años que han pasado y la intrascendencia de "eso" que pensábamos que habíamos dejado de sentir... Pero luego te das cuenta que la vida se torna una especie de rompecabezas en donde es necesario que seleccionemos las piezas que encajan en nuestro rompecabezas personal, y nos damos cuenta que en el hecho de Amar también existe una gran cuota de decisión que es posible tomar con raciocinio y claridad, que indiscutiblemente en el acto de amar sigue existiendo una magia inigualable y difícil de explicar pero posible de gestionar y cada día mejorar.

Empiezas a entender y encontrarle sentido a esa famosa frase que existe por allí que dice algo así como: El amor es como una planta que hay que cuidar y regar a diario y comprendes que en esa frase se encuentra inmerso un secreto invaluable de la vida, que el Amor podría ser una etapa efímera si nos empeñamos en vivir solo en el futuro o en ese pasado que no pudo darse por muy bonito o tormentoso que haya sido... Y al final de cuentas, caemos en la precisión de que la vida es así, tiene sus propias vertientes, da sus propios giros, no pide permiso y mucho menos pide disculpas, y si lo analizamos bien, así es EL SEÑOR AMOR no pide permiso para llegar, no se disculpa cuando se va, muchas veces tampoco considera cuando decide quedarse, simplemente llega como un remolino, se instala y solo si lo sabemos regar cual delicada planta podría ser que decida quedarse...