¿UN FANTASMA EN EL RODAJE? ANÉCDOTA DE UN CINEASTA AMATEUR
¡Hola Steemian! Hoy quiero compartir una historia muy peculiar que me ocurrió en el 2016, justo cuando grababa mi primer cortometraje universitario, en el que optamos por irnos a género de terror y vaya que sí nos asustamos. Este proyecto decidimos grabarlo en otra ciudad, Coro – estado Falcón, resulta que mis amigos del grupo de nuestro film provienen de allá y solo éramos ellos dos y yo, así que dije ¿por qué no? Movilizamos nuestros equipos y nuestra malevola e ingenua mente, para la época, emprendimos nuestro viaje hacia una de las ciudades más antiguas de Venezuela e iniciamos con nuestro pequeño bebé, así lo llamábamos.
Nuestra trama giraba en torno a una leyenda urbana, la cual obviamente inventamos, que rondaba por las viejas calles de la zona colonial por la cual se habían presentado extrañas desapariciones. Y es ahí cuando un grupo de tres amigos apasionados por lo sobrenatural deciden meter sus manos y encarar a lo que se oculta durante el día y horroriza en la noche. Suena brutal ¿no? Cumplimos con todo el proceso de producción a pesar de ser tres personas en el menor tiempo esperado, era nuestro primer proyecto y los tres somos bastante apasionados por el cine, queríamos hacerlo bien.
¿No han escuchado acerca de accidentes o mitos durante el rodaje de esta clase de cintas? Yo me hago las miles de mentes, y es que mientras indagaba referencias para ampliar la historia me desviaba a creepypastas y de una me imaginaba que algo nos fuera a suceder por estar jugando con fuego. Ok, podrán haberme leído algo dramático, pero no me equivoque mucho. No son tan errados esos tenebrosos mitos.
Ahora que lo recuerdo bien esa escena la grabamos en el último día de la planificación y tocó en Halloween y pasamos toda la mañana haciendo chistes referentes a eso. Hubo una escena que grabamos durante la noche, y cuando les digo que esa zona es bastante sola a horas tan altas de verdad que lo es. Tuvimos la suerte de contar con el apoyo de dos señores de la policía municipal que cumplen con resguardar específicamente esa zona y nuestro maravilloso equipo de producción aka mamás, tías y primos.
El primer suceso que presenciamos fue perturbador, y es que una señora, asumo que vivía en las calles por su aspecto, pasó a nuestro alrededor y estaba perdidamente hablando con otra persona, la cuestión de esto es que a su lado no tenía a nadie y ¡ella de verdad estaba entablando la conversación! Y sus expresiones eran como si de verdad estuviera con alguien más. En ese momento me puse pálido y me aferré a mi cámara, recuerdo haber visto hacer lo mismo a la mamá de otros de mis amigos con unas de las lámparas que estábamos usando, la cual habíamos conseguido prestada. Fue super riesgoso, pero al rato los policías se nos acercaron y dijeron que les había parecido preocupante. Pero no paso nada, hasta esos momentos…
El evento siguiente a eso fue muy bizarro, y es que cuando ya estaba anocheciendo una figura borrosa paso en una moto a lo lejos por uno de los callejones en donde estábamos grabando y se detuvo, duro rato parada mirándonos y luego dio la vuelta y se puso en el otro extremo, nos volteamos a ver a la policía y ellos estaban como si no hubiera alguna señal de alerta, y de verdad que no encontrábamos la forma de hacerles algún llamado sin hacer escándalo. Allí ya estábamos más que preparados para correr y abandonar todo, pero esa persona decidió irse y quienes nos resguardaban se nos acercaron y dijeron que era una señora escultora de la zona, quien tenía una moto y siempre la sacaba en las noches para mantenerla.
Ya para ese momento la presión me había bajado y el sueño me había abandonado, estaba a la expectativa de que algo más sucediera ¿qué creen? Nos llevamos otra sorpresa más, y es que llegó un grupo de turistas en un bus inmenso a visitar la zona. Fue algo incomodo porque todos estaban impresionados con todo lo que teníamos montado, recuerdo que estábamos haciendo una de las ultimas tomas y todos ellos se pusieron alrededor a observar tal espectáculo, éramos solo unos chicos principiantes de 17 años haciendo lo que aman a altas horas de la noche en contra de fantasmas, espectros y demonios.
Pueblo de Sombras lo llamamos, recibimos buenos reconocimientos en la universidad por este trabajo tan distintivo. Y como todo primer proyecto tiene sus fallas, pero siempre es recordado por todo el esfuerzo e ilusión que pusimos al iniciarlo. Fue un viaje como ninguno, pero aun así las calles de la zona colonial de Santa Ana de Coro me dejaron un sabor a misterio en la boca.
"Pueblo de Sombras" le queda perfecto el titulo de la producción.
Gracias por leerme! También fue un momento trivial seleccionar ese titulo jajaja