El Guadiana y Calatrava (la Vieja)
Defensa natural de la ciudad de Calatrava por el norte, en 1212 sus defensores almohades llenaron el río de abrojos para herir a los caballos de la hueste cristiana y dificultar así su paso. Se había convocado una cruzada hispánica, y tres reyes del norte cruzaban la Península para enfrentarse con el califa africano. Alfonso VIII de Castilla quería desquitarse de la derrota de Alarcos, sufrida más de 15 años antes. La batalla decisiva tendría lugar en las estribaciones de Sierra Morena, en el lugar de las Navas de Tolosa.
La fortaleza se rindió pronto. En poco más de 50 años había pasado de manos musulmanas a cristianas, de cristianas a musulmanas, y ahora, otra vez, de musulmanas a cristianas. El rey Alfonso se aseguró de que no se repitiesen las escenas de matanza y saqueo que se habían dado en Malagón. Los cruzados francos, enfadados, abandonaron el contingente.
En la actualidad, tan solo se pueden contemplar las ruinas del castillo, reformado y ampliado por los monjes guerreros templarios y calatravos, sucesivamente. Pero la insalubridad debida al río provocó que poco a poco se abandonase la fortaleza.
Fotografía tomada con una cámara Fujifilm Finepix S7000
Steepshot IPFS IOS Android Web
