Decir extinción tal vez no sea la palabra adecuada. O si. Estamos habituados a hablar de extinción cuando nos referimos a las especies, por ejemplo animales y/o plantas en peligro de extinción. También cuando debemos extinguir un fuego. O por que no una cuenta: extinguir una deuda.

Ahora: por qué no podemos hablar de un hobby en vía de extinción? Y la filatelia efectivamente lo es. O al menos el peligro que corre es muy grande.

Que queda de la filatelia en esta era supertecnológica? Poco y nada.

Algunas oficinas postales todavía conservan los sellos el día de la emisión. Otras ya ni siquiera eso. Para recibirlos muchas veces hay que suscribirse especialmente en el servicio de correos que no siempre funciona como debiera.

Los enteros postales y los sobres FDC (First Day Cover, es decir el sobre del Primer Dia de la Emisión con el sello pegado y el matasellos aplicado) son un recuerdo del pasado.

Cuadro pintado por François Barraud en el año 1929 y que se llama el Filatelista (Le Philateliste)

Recuerdos de la infancia y adolescencia.

La filatelia es considerada el arte que trata del conocimiento, estudio y coleccionismo de los sellos postales. La palabra proviene de la formación de dos vocablos griegos: Philos que significa amante, amor, afición y Ateles que significa pagado previamente

Como aficcionado a la filatelia recuerdo de haber comenzado a coleccionar mis primeros sellos postales extrayéndolos de las cartas que llegaban a mi casa procedentes de nuestros parientes italianos.

Era un verdadero trabajo poner la parte del sobre que contenía el sello postal en contacto con el vapor de agua (sin tocar el agua obviamente) para que la goma se ablandara y poco a poco se fuera despegando. Después lavarlo en agua tibia y finalmente dejarlo secar entre dos hojas de papel blanco. Al final, una vez totalmente seco lo "planchaba" entre las hojas de un libro -si era un voluminoso diccionario mejor-.

Por lo general los sellos pertenecían a la famosa serie de los castillos italianos. Sellos pequeños con el nombre de los principales castillos italianos. Una serie gigantesca cuya última emisión fue en el año 1998, poco antes de la implementación del euro y se llamaba, no por casualidad "Castillos de Italia".

La serie Castillos de Italia.

Ahí comencé a descubrir que en Italia había castillos.

Lo que inmediatamente me llevó a tratar de ampliar mis conocimientos. La manera de coleccionarlos.

El segundo paso fue comprar un album de hojas cuadriculadas (cuadritos pequeños) que todavía hoy conservo y las clásicas bisagritas que se humedecían ligeramente en cada extremo con la lengua y se pegaban en la hoja.

Era un trabajo totalmente artesanal!

Los que tenían parientes en España recibían las cartas con las clásicas imágenes de Franco. San Martín y los caballitos en Argentina. Las libretas de Finlandia. Los sobres FDC de Checoslovaquia.

Y ahí comenzaba la verdadera colección: por países!!! Quien podía imaginar satisfacción más grande.

Los años pasan.

Con el pasar de los años la pasión por la filatelia siguió intacta.

Había una revista norteamericana editada en español (creo que en México) llamada Mecánica Popular con una sección especial dedicada a la filatelia con direcciones de personas de todo el mundo para intercambiar sellos.

Las libretas filatélicas de Finlandia son toda una tradición.

Un verdadero tesoro!

Corresponsales (así se llaman en filatelia nuestros amigos) en toda Latinoamérica, más algunos emigrados en Europa e incluso uno en Israel y otro en Japón, el que me decía constantemente que Europa estaba muerta y el futuro estaba en Asia.

Hoja Postal de Venezuela dedicada a la Flora y Fauna, emitida en el año 2016.

Y comienza la especialización. Y los álbumes especializados. Flora, Fauna, Obras de Arte (Pinturas), Vaticano, Italia y Argentina. A su vez cada categoría dividida en subcategorías. Por ejemplo, en Fauna, podemos coleccionar Aves, Mamíferos, Insectos, Reptiles, Dinosaurios, etc.

Bloque filatélico de 4 sellos relativos a las aves rapaces recibido de mi colega en Israel.

Esa era (y lo es todavía) toda mi colección. Un poco en pausa por los compromisos y obligaciones de carácter privado. Pero nunca abandonada del todo.

Años de juntar estampillas e intercambiarlas. Nuevas y usadas. Amigos en todo el mundo. Internet no se conocía. Los celulares tampoco. Leíamos Emilio Salgari y Julio Verne. El resto era ciencia ficción.

Catálogo y album, dos elementos esenciales en la labor del coleccionista filatélico.

Pasatiempo, cultura o negocio?

Que la filatelia más allá de la simple curiosidad es un medio para aprender no cabe ninguna duda.

Yo he aprendido montones de cosas de otros países, porque cada sello habla de su lugar: fauna, plantas, deportistas, próceres, monumentos, ciudades.

Y en una época en que la correspondencia epistolar era moneda corriente nos permitía tener un contacto (hoy decimos virtual) con personas de todas las partes del mundo.

El diccionario era material recurrente en nuestras búsquedas. De donde venía ese sello, como era ese país.

Asombro y sorpresa. La voracidad de aprender y saber más. La filatelia nos abría (y nos abre) las puertas de un mundo desconocido al cual podíamos (y podemos) acceder con entusiasmo.

Recuerdo un corresponsal cubano que además de invitarme a visitar su país me contaba con pormenores de detalles todas las vicisitudes que estaba atravesando el pueblo cubano como consecuencia del bloque económico. Sin hacer política (o politiquería). Simplemente vivencias humanas.

Hoy se interactúa de una manera distinta. Hasta más superficial si se quiere. Donde los errores de ortografía (horrores) son una constante. Y donde la ansiedad por saber algo más está desapareciendo de a poco.

Todo lo tomamos de la TV o de las redes sociales. Analizamos muy poco. Y cuando escuchamos o leemos algo de Gondwana o Pangea y los dinosaurios pensamos en una serie al mejor estilo The Game of Thrones.

La filatelia, además de una pasión podría resultar también una escelente manera de inversión. El que sabe, el que entiende, puede vivir invirtiendo, aunque ese no es mi caso. Aunque tengo algunas piezas que valen su dinero y prefiero preservarlas.

El archipiélago finlandés de las Aland, situado en el mar Báltico, se compone de más de 6.000 pequeñas islas y su nombre puede encontrarse también en mapas y diccionarios como islas Alivenanmaa.

La digitalización del sello postal es el mayor peligro.

Hace algunos años la Unión Postal Universal (entidad que dentro de las Naciones Unidades) nuclea a la mayor parte de los servicios postales del mundo, planteó la idea de eliminar el sello postal físico y reemplazarlo por uno digital al ciento por ciento.

Por suerte la propuesta no prosperó y tal vez no prospere en el futuro inmediato, pero en una sociedad que se digitaliza en todos los aspectos las perspectivas son bastante oscuras.

Fuentes.

Aland Post
Wikipedia
Stamps of the World
Stamp World

Weblinks.

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PD: los banners animados y separadores de párrafos (estos últimos modificados por mi) han sido descargados por gentil concesión de sus autores: @carlos-cabeza y @torrewill