El bálsamo cuenta con muchas propiedades curativas, cicatrizantes y astringentes, aunque estas últimas virtudes son menos conocidas.

Ya he hablado en otros artículos de las propiedades farmacológicas, terapéuticas y cosméticas de plantas del aspecto, aparentemente, agresivo, rústicas y que requieren de muy poco o nada de cuidado.

Y las he definido como plantas nobles. En el sentido de nobleza para dar y nada para pedir. Ni siquiera agua. Les alcanza con el agua de lluvia.

En ese sentido me referí a la Rosa Mosqueta y al Aloe Vera.

La Rosa Mosqueta y el Aloe Vera son dos plantas de grandes propiedades para la salud.
Plantas cuyo cultivo, en algunos casos, es milenaria remontándose a la Antigua Grecia o incluso antes al Antiguo Egipto, el reino de los faraones.

Plantas que, por otro lado, nos ofrecen infinitos (o casi) beneficios ya sea para el cuidado de nuestra salud, la belleza y el bienestar de nuestro cuerpo, haciendo uso la mayor parte de las veces, de terapias absolutamente naturales.

Durante estas vacaciones sigo con la limpieza de mi jardín y ayer me encontré con otra de estas plantas: el bálsamo, lo que despertó en mì recuerdos de mi infancia cuando mi madre la usaba para curarme heridas e irritaciones de la piel.

Una planta sumamente útil que no requiere mayores cuidados.

El bálsamo, cuyo nombre científico es Saxifraga geranoides, es una planta que no requiere mayores cuidados, tiene múltiples ramificaciones y crece muchas veces en forma rastrera al pie de los árboles frutales presentes en muchos jardines como el de mi casa.

Pueden usarse estacas para que se ramifique un poco en altura (no más de 20-30 cms) pero lo normal es que se ramifiquen en el suelo en forma rastrera, extendiéndose en un perímetro que puede alcanzar un metro.

Otra característica es su facilidad para reproducirse.

Basta agarrar un tallo, una ramita cortada por cualquier motivo (por ejemplo después de una fuerte lluvia) y transplantarlo inmediatamente que, después de un par de semanas lo veremos desarrollarse y transformarse en planta con total normalidad.

El bálsamo de mi jardín, imagen capturada con un iPad2 modelo A1397

Propiedades terapéuticas.

El bálsamo puede usarse para curar heridas de no demasiada gravedad obviamente bajo la forma de ungüento, mezclando un puñado de hojas de búlsamo trituradas, con aceite de oliva y dejádolo macerar por 40 días.

Luego se aplica el ungüento en la herida y se cubre con una gasa, repitiendo el procedimiento un par de veces al día.

Debido a que no siempre tenemos la precacución de disponer de ungüento preparado, la solución más usual es la de aplicar compresas sobre la parte afectada.

Se corta una hoja de la planta, se la despoja de la piel externa con un poco cuidado pra no arruinar la fibra interna de carácter ligeramente gelatinoso, y se la aplica sobre la lesión cubriéndola con una gasa.

He experimentado en primera persona esta técnica con las espinas.

Eliminando malezas y trabajando en el jardín, aún con guantes, es bastante común que nos clavemos una espina en la mano. Algunas espinas tienen a ir en profundidad en la piel y resulta difícil sacarlas. Aplicando la hoja como descripto en el párrafo anterior se ejerce un efecto "centrigugador externo" de la espina que tiende a aflorar en la superficie de la piel, favoreciendo de esta manera su extracción.

Una planta milenaria.

Ya desde la antiguedad el bálsamo era muy apreciado y usado con múltiples fines.

Las referencias escritas más concretas las tenemos en el libro llamado "Historia de las Plantas" del filósofo griego Teofrasto, sucesor de Aristóteles (372-287 AdC) donde indica al bálsamo como una planta originaria del Valle de Siria, cerca del Mar Muerto, destacando sus propiedades.

En el Génesis también se hace referencia a comerciantes israelitas que llevaban bálsamo de Galaad a Egipto.

Los egipcios, por ejemplo, la usaban en la fase final de la preparación de las momias. De ahí el origen del término "embalsamar" cuando se hace referencia a la conservación de los cadáveres.

El mismo Cervantes, en su inmortal Don Quijote, en tono jocoso, hace referencia al "bálsamo de Fierabrás" como un elemento milagroso capaz de curar cualquier tipo de herida.

Los bálsamos actuales.

En la actualidad, los bálsamos heredados del mundo antiguo, han sido rescatados revolucionando fórmulas y ampliando sus funciones, sobre todo en el campo de la cosmética, la belleza y el cuidado de la piel.

Fuentes consultadas:

Ecured

Weblinks.

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PD: los banners animados y separadores de párrafos han sido descargados por gentil concesión de sus autores: @carlos-cabeza y @torrewill

Las imágenes incluídas en este artículo son de mi propiedad, han sido tomadas con una cámara digital Sony con video Full HD ILCE-7K/BQ E38.

Feliz 2020 a toda la comunidad de Steemit.