Golf

Hoy volviendo de la oficina para mi casa estaba pensando en el USOpen que se está disputando en estos días y reparé en que el golf es un deporte que me gusta mucho, inclusive en mi presentación del blog de Steemit lo menciono pero creo que jamás hablé sobre eso.

Practicando el putt

Entonces voy a salvar esa omisión en este momento.

Mi pasión por el golf comenzó hace muchísimos años, cuando mi amigo que reside en Esquel por ese entonces lo hacía a pocas cuadras de mi casa. Paseando con su esposa por la Av. Costanera encontró un campo de práctica, más conocido por su denominación en Inglés Driving Range.

Le llamó la atención inmediatamente, alquiló un palo y un balde de pelotas y comenzó a tratar de pegarles. Por supuesto que esa noche me llamó por teléfono para contarme su experiencia y que teníamos que ir juntos, contratar un profesor y comenzar a incursionar en ese deporte que les aseguro es atrapante.

Modernas y muy bien cuidadas instalaciones del Driving Range Costa Salguero en la Costanera Norte de la Ciudad de Buenos Aires

Desde ese momento aprendimos los movimientos básicos y empezamos a tirar pelotas. Cada tanto ibamos a algún campo a jugar y pasamos varios años divirtiéndonos sin prestar demasiada atención a la práctica y a mejorar. Pero todo cambió para mi en el año 2006, en ese entonces compré un lote en un country club que tenía una cancha de 9 hoyos de par 3 y el fanatismo se apoderó de mi. Saqué la matrícula y me tomé en serio el asunto de la práctica y el aprendizaje con un profesor, en poco tiempo mejoré muchísimo y me gusta pensar que ayudé al equipo del club a ganar el metropolitano de Par 3 al año siguiente.

En poco tiempo logré bajar mi hándicap de 27 a 16 y eso fue lo máximo a que llegué, luego mis obligaciones y la falta de tiempo hicieron que fuera disminuyendo mis horas de juego y de entrenamiento, también la mudanza de mi amigo a la Patagonia colaboró para que el entusiasmo disminuyera un poco.

Algunos de los diversos trofeos ganados en torneos

Me sigue gustando y considero que es atrapante pero me lo tomo con calma y voy a jugar cada tanto, no he presentado más tarjetas para actualizar mi nivel de juego y sospecho que estoy muy lejos de ese 16, pero no me preocupa, he vuelto a jugar solo por placer.

Quedan varios trofeos juntando polvo en una pequeña biblioteca de mi estudio como mudos testigos de mi pasión, muchos otros están guardados porque no tenía lugar donde ponerlos, seguramente algún día mis nietos digan que el abuelo fue un buen jugador aficionado, no es muy cierto eso pero de todas maneras me sentiré orgulloso.

Las fotografías son de mi propiedad.
Héctor Gugliermo

@hosgug