El tiempo artístico es cruel, extremadamente rápido. Al menos con la fotografía puede ser así. Hoy duermes, pero mañana al despertar harás fotos de una manera distinta. Vas por buen camino, amor. Pronto no sabrás reconocer lo que eres hoy (como fotógrafa), y eso no es malo.
En fin, otro día me pongo inexplicablemente huequero. Bellas fotos.