¿Trump vs. la NFL?
Haciéndose la vista gorda ante el verdadero problema.
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Saludos, gente de Steemit.
La reciente decisión de la NFL
(National Football League), que ordena a los jugadores a ponerse de pie para el Himno Nacional o quedarse en los camerinos
, so pena de ser multados por la liga, me ha movido a escribir este post
. Justo ahora estoy terminando una serie de posts sobre la literatura afroamericana y no puedo creer (uno quiere creer que se puede aprender de la historia) con qué facilidad se pueden repetir capítulos vergonzosos de la historia
de los Unidos Estados (o de cualquier otra cultura) en forma de déjà vu pesadillesco.
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Recientemente me vi atrapado en una estéril discusión con otro usuario de la plataforma en relación a los méritos de las decisiones tomadas por el Presidente Trump
. Este usuario argumentaba que Trump no era ni un divisionista ni un nacionalista radical; por el contrario, que era un tipo brillante, al que le otorgarían el premio Nobel de la paz una vez que le bajara los humos a Kim Jong Un en la mesa de negociaciones (no digo que esto no pueda pasar, pero eso no cambiaría quien es el personaje; de hecho a la hora de hacer esta traducción, se acaba de anotar un éxito más con la liberación de Joshua Holt, y se dice que ahora va por Maduro. Ver para creer). Ninguno de mis argumentos parecía persuadir a este usuario de que yo no estaba tratando de apoyar ilegalidades (en el caso de los inmigrantes) o el terrorismo (por alguna extraña razón, leyó eso en mis palabras). Lo cierto es que Trump, sin duda, ha dividido a la gente, no sólo en los Estados Unidos, sino alrededor del mundo
, en asuntos muy sensibles (inmigración, impuestos, Rusia, Irán, Israel, economía global, diplomacia, las mujeres e, incluso, en lo que concierne a los sobornos) y la última vez que revisé, el Nobel estaba jugando al escondite bajo la mesa.
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Trataré de articular aquí mi análisis de
la decisión de la NFL, la cual, contrario a lo que el mismo Trump dijo, no fue espontanea o “impulsada por el pueblo”
(lo que sea que eso quiera decir). Por el contrario, una decisión como esta lleva la marca de la presión política
(y económica, ¿por qué no?) y la miope visión de que el patriotismo es más importante que la historia, la moral, o la justicia social, incluso si divide o aísla al país.¿No les escantaría ver a uno de estos dueños de equipos de la NFL, cuando alguien le falta el respeto a nuestra bandera, decir, 'Sácame a ese hijo de puta de la cancha ahora mismo'?"Está despedido!"
Esas fueron las palabras de Trump en un acto político en Alabama.
Domenico Montanaro ha ilustrado el problema en los artículos de esta semana en NPR (National Public Radio), suministrando suficiente evidencia del desarrollo histórico de esta relación de amor y odio entre la política y los deportes y
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la importancia de revisar y revisitar la historia
. Me gustaría usar parte de ese material y complementarlo con artículos escritos por Zach Johnk (New York Times), Kenneth Cohen (Washington Post) y Nancy Armour (USA Today) para extrapolar esto a la situación en Venezuela
, donde, en nombre del patriotismo, el gobierno de Maduro ha limitado la libertad de expresión y la libertad de prensa mientras hunde a nuestro pueblo en la más horrenda crisis de su historia.
Argüir que los jugadores de futbol Americano no deben involucrarse en la política porque se les paga muy bien sólo para que jueguen, es como argumentar,
como Maduro lo ha hecho, que los sacerdotes no deberían opinar en relación a asuntos sociales y políticos porque su trabajo es oficiar la misa; los médicos no deberían politizarse tampoco porque su trabajo es salvar vidas
(aunque los hospitales donde trabajan carezcan de los suministros más básicos: guantes, inyectadoras, suturas). ¿Qué tal los profesores, o los estudiantes? Fuente
Peor aún, es como decir que los soldados no deberían opinar, si reciben órdenes inmorales de los políticos en el poder, porque su trabajo es obedecer y disparar al “enemigo” cuando así se les ordene (aunque ese “enemigo” no les haya hecho nada). Para aquellos que se preguntan
cómo es que Maduro fue reelecto a pesar de un 80% de rechazo, la respuesta es: porque tiene a sus órdenes unas fuerzas armadas obedientes
que no se atreven a faltarle el respeto a su investidura (aunque el pueblo se muera de mengua). ¿Cómo se sentirían las mujeres
que defienden a Trump y la decisión de la NFL si se les dijera, en estos tiempos, que se guardaran su lengua en asuntos sociales, de deportes o políticos porque su trabajo es lucir bonitas, criar niños y mantener la casa ordenada?
¿Muy extremista? Bueno, así de mal se debe sentir un
ciudadano racional, que resulta ser deportista
, cuando alguien les dice que no tienen derecho a una opinión o a tomar acciones, especialmente cuando esas acciones derivan de la protesta contra una injusticia
, como lo es la brutalidad policial discriminatoria que directamente afecta a su grupo racial.En una entrevista con Fox News, Trump dijo:
Yo no creo que la gente debería quedarse en los camerinos, pero aun así creo que es bueno.
Tú tienes que ponerte de pie, con orgullo, ante el himno nacional o no deberías estar jugando, no deberías estar ahí,quizás no deberías estar en el país.
¿No es esto extremismo? Los fanáticos deportivos conservadores han amenazado con dejar de asistir a los juegos si los jugadores negros continúan faltándole el respeto al himno.
¿Sería muy extremista que el 70% de los jugadores de la liga, que resultan ser negros, decidiera dejar de jugar?
Eso sería interesante.La Asociación de Jugadores
de la NFL ha dicho que sus miembros "ha demostrado su patriotismo a través de su activismo social
, su servicio comunitario, en apoyo a nuestros militares y los agentes de la ley y sí, a través de sus protestas para concienciar sobre los problemas que les importan".
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El patriotismo no puede significar docilidad e indiferencia ante los problemas sociales. Tampoco debería ser esgrimido contra aquellos que no pueden condonar la injusticia. Si los políticos realmente respetaran sus himnos, banderas, y constituciones, harían todo lo que estuviera a su alcance para honrar esos símbolos y evitar que la gente sintiera que esos símbolos representan las injusticias que se esconden detrás de ellos.
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Trump atribuyó la decisión de la NFL a la inteligencia de la gente (¿sentido común?): “Este país es muy inteligente. Tenemos un pueblo muy inteligente”. Eso es cierto, en el sentido de que, históricamente, han sido los americanos inteligentes quienes han combatido la opresión y el extremismo. La historia eventualmente les da la razón y el debido reconocimiento.
No tomará mucho tiempo para que este episodio sea añadido a la larga lista de eventos en los que la gente que ha protestado injusticias, han sido demonizada y perseguida, sus carreras arruinadas, sólo para ser luego vindicadas (a veces póstumamente), y sus acciones reconocidas, casi unánimemente, como admirables (el caso más emblemático a nivel mundial, quizás sea el de Mandela).
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La motivación de las protestas de los atletas afroamericanos, al igual que las reprimendas han tenido
obviamente un trasfondo racial
, no importa cuánto el Presidente Trump y sus seguidores quieran minimizarlo.Trump le dijo a unos reporteros del New Jersey Sunday, "No, esto no tiene nada que ver con raza”, cuando se le preguntó si había empeorado la tensión racial. "Yo nunca he dicho nada de raza. Esto no tiene nada que ver con raza o algo así. Esto tiene que ver con respeto por nuestro país y respeto por nuestra bandera".
¿Entonces, se pueden ignorar las motivaciones de las protestas?
¿Los negros han imaginado todo esto de la brutalidad policiaca discriminatoria? ¿Acaso sucedió si quiera? ¿Deberían ser procesados por terrorismo y traición a la patria los jóvenes venezolanos que queman y ponen la bandera al revés para significar el caos y el luto en que nos ha sumido la revolución bolivariana?
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Desde el año 2002, los americanos han expresado indignación por la forma en que Chávez, y ahora Maduro, ha maltratado al pueblo de Venezuela. En Venezuela, la discriminación política y de clase ha substituido a la racial como el principal problema. Imaginen cómo se sienten los venezolanos cuando son brutalmente arrestados después de protestar las políticas hambreadoras del gobierno, y Maduro dice en cadena nacional que esos terroristas arrestados estaban irrespetando los símbolos patrios y la soberanía; que no merecen vivir en nuestro país porque con sus protestas favorecen intervenciones extranjera, lo que los convierte en "pitiyankis", y que deberían ser tratados como enemigos del Estado.
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En su artículo, El origen olvidado de la Política en los deportes, Kenneth Cohen argumenta que,
El reciente debate sobre los deportes y la política ha ignorado en gran parte sus inicios históricos. Los atletas americanos negros no fueron los primeros en politizar los deportes cuando los convirtieron en un escenario para la protesta durante el siglo 20. De hecho, los hombres blancos habían usado los deportes para aglutinar apoyo político desde antes de la Revolución Americana. Fue solo hasta comienzos de 1900—cuando los atletas negros amenazaron con aprovechar esta tradición—que la política divisionista fue arrancada de los deportes americanos.
En 1967 a Muhammad Ali se le prohibió boxear por tres años después de negarse a pelear en Vietnam, por razones religiosas. Esta convicción fue anulada por la Corte Suprema cuatro años más tarde.
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Hace cincuenta años, durante los Juegos Olímpicos de 1968, 
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los medallistas
de oro Tommie Smith y de bronce, John Carlos, fueron execrados del equipo americano después de levantar sus puños enguantados durante la ceremonia de premiación (el medallista australiano que los apoyó fue honrado póstumamente por defender los derechos humanos). Smith y Carlos no pretendían ser anti-americanos. Como lo declarara Smith, ellos estaban tratando de “reflejar la vergüenza que [el] sentía porque [su] país estaba marchando a paso de caracol hacia algo que debería ser obvio para todas las personas de buena voluntad
.” Carlos habría dicho al diario The Guardian que tenía, “una obligación moral de dar un paso al frente. La moral era una fuerza mucho más grande que las reglas y regulaciones que ellos tenían”.
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En 1969, el jardinero de los Cardenales de San Luis, Curt Flood, protestó la cláusula contractual de Major League Baseball que llamaba a los jugadores propiedad de los equipos. Flood comparó la situación con ser un "esclavo bien-pagado".
El intento por liberar a los jugadores de béisbol de ataduras perpetuas a sus equipos le costó a Flood su carrera, su familia y su salud mental.
Eventualmente, el béisbo reconocería el mérito de Flood en allanar el camino a la figura del agente libre. Veinticinco años más tarde, Flood recibiría el premio Jackie Robinson otorgado por la NAACP (National Asociation for the Advancement of Colored People) por las contribuciones de los atletas negros. El hecho de que alguien combata contra un gran enemigo no hace su causa menos valiosa. 
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América se construyó sobre la historia de una causa imposible. A la larga, las causas nobles reciben su debido reconocimiento.
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Ningún pueblo debería permitirle a sus gobiernos escudarse detrás de sus temores infundados (temor a Dios, a ofender símbolos patrios, etc.), especialmente cuando son los gobiernos los que yerran, ya sea por acción u omisión. Si la gente se siente ofendida porque, por ejemplo, no se pone alguien de pie para cantar o escuchar un himno, no se mira una bandera o incluso se quema dicha bandera;
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¿no deberían sentirse más ofendidos si se quema, se estrangula, o se le dispara a un inocente?
¿Qué es lo que tiene el nacionalismo que le permite a la gente abstraerse de la justicia, los principios morales y el sentido común para ponerse del lado equivocado de la historia?
El 23 de Septiembre Trump tuiteó,
Si un jugador quiere el privilegio de hacer millones de dolares en la NFL, u otras ligas, no se le debería permitir a él o ella irrespetar nuestra Gran Bandera Americana (o nuestro País) y debería pararse cuando suene el Himno Nacional. Si no, ESTAS DESPEDIDO. Encuentra otra cosa que hacer!"
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Si la gente no puede ver lo falaz de la lógica de Trump, entonces tienen un problema más grande que cualquier error que pueda cometer el presidente. En Venezuela, los atletas profesionales no ganan mucho dinero; cualquier patrocinio (con escazas excepciones) es otorgado por el gobierno. La posibilidad de viajar a una competencia internacional puede depender de que el atleta acepte posar para la foto con el presidente y usar su reputación para maquillar la imagen del gobierno; lo mismo se ha hecho con el Sistema Nacional de Orquesta.
¿Cómo verían los Americanos el hecho de que algunos atletas preferirían ver sus carreras acabadas antes que visitar el Palacio de Miraflores?
¿Deberían ser considerados traidores/apátridas? O ¿Deberían obligarse a ir y tomarse la foto con Maduro, porque es un gran honor y se deben respetar la investidura, las tradiciones y los símbolos, sin mencionar el conservar la carrera? Fuente
El punto es que 
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los Estados Unidos debería poder seguir hacienda lo que mejor hace: defender las libertades (que tanto han aportado a la humanidad) y comprometerse a solucionar el problema
. Las protestas de los atletas afroamericanos (que, de paso, han sido apoyadas por gente de todos los colores y creencias) no han sido contra su país, sino contra sus gobiernos, cuando estos no son capaces de enfrentar honesta y abiertamente los problemas apremiantes del momento (contradiciendo así todo lo que se supone representan sus instituciones y sus símbolos). Lo que hacen estos atletas con el himno o la bandera es lo más americano que se puede hacer: ser irreverente y librepensador. Los políticos se ofenden porque saben que las protestas van en realidad dirigidas contra ellos. Aquellos que permiten que los políticos los manipulen hasta llevarlos a destructivas confrontaciones internas o a esgrimir perogrulladas santurronas poco ayudan a fomentar los imperativos morales que nos hacen más humanos.
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Excelente análisis y argumentación,@hlezama, el que decide protestar sabe que lo motiva y sabe que puede estar arriesgando todo.En su decisión el debe ponderar esos riesgos. Saludo su coraje y me inspiran respeto los deportistas y artistas que no renuncian a ser ciudadanos y a tener participación política.Ellos viven de ese espectáculo y la maquinaria del mismo los exprime y los aparta a un lado cuando ya no pueden dar más. Ciudadano siempre se puede ser y me parece bien que no se dejen intimidar por una amenaza empresarial y presidencial.Me gustaría ver a mas espectadores ciudadanos, clamando para que haya menos injusticias por las cuales protestar y no solo para que saquen las protestas del horario estelar
Gracias por comentar, @ramonochoag. Creo que los afroamericanos han dado muchos ejemplos de valor y creatividad a la hora de protestar. No siempre se ven los resultados de inmediato, pero eventualmente calan. Entendieron que el cliché "en la unión está la fuerza" sí funciona, pero debe haber unión (pequeño detalle) y, como lo han expresado muchos jugadores y artistas, en lo que respecta a la lucha contra la discriminación, todos están en la misma página; ahí no hay división posible.
Pronto escribiré sobre la histórica disputa entre Booker T. Washington y William Du Bois, que de alguna manera contiene el germen de los intereses encontrados que en algún momento dividieron a los afroamericanos y que eventualmente fueron alineados en una sóla dirección combinando ambas posturas.
Buena falta que nos hace a los venezolanos estar en la misma página.
Excelente artículo. Te sigo.
Gracias por tomarte el tiempo para leer y comentar. Igualmente
Certero y muy bien escrito tu artículo, @hlezama. Lo comparto plenamente. Igualmente podría titularse "Trump vs la libertad ciudadana", pues si bien, como informas e ilustras muy completamente, el caso que destaca es el ocurrido con los atletas, lo que está en juego atañe y afecta a todos los ciudadanos. Sé que muchos venezolanos han visto en Trump una suerte de salvador (¡nada más lejos de la realidad!), pero, en verdad, es un individuo retrógrado y tiránico, que, a mi modo de ver, ha retrocedido la política estadounidense, y es lo peor que ha podido llegar a esa Presidencia. Mutatis mutandis, semejante a lo ocurrido en nuestro país con Chávez y, más todavía, con Maduro.
Gracias por tu comentario, @josemalavem.
Por eso titulé el artículo como una pregunta. La confrontación de Trump es realmente con todos los sectores de su país, y por extensión, ¡con todo el mundo!
Eso que afirmas al final yo lo decía en mis clases de literatura durante la campaña y, luego de la victoria de Trump, lo he dicho en mis cursos de historia, Trump es la versión derecha del izquierdista Chávez.
Ironicamente, los tecnócratas/corporativos no le han hecho bien a los Estados Unidos desde la presidencia (Arthur, Hoover, Bush). Los militares lo han hecho mejor (quizas con la excepción de Andrew Jackson y Ulyses Grant); tienden a separarse de sus uniformes y han asumido el rol de administradores y negociadores (Washington, T. Roosevelt, Eisenhower).
Trump, en particular padece toda una serie de patologias que no hace falta ser psiquiatra para identificarlas.
El "favor" que pudiera hacernos, de cumplir todas las amenazas contra Maduro, nos pudiera salir bien caro a la larga.
La euforia que aún mantiene a Trump es comparable con la que sostuvo a Nixon, hasta que él mismo se encargó de arruinar su presidencia. El tiempo dirá.