Phillis Wheatley y el nacimiento de la conciencia Afro Americana. (Parte I)
Saludos, gente de Steemit. Quiero compartir con ustedes en esta oportunidad una serie de posts sobre otra de las áreas académicas que me apasiona: la Literatura Afro-Americana. Cobra vigencia, ahora más que nunca, y es pertinente discutir algunos de los fundamentos intelectuales de la lucha afro-americana por igualdad y respeto, especialmente, en el marco de los recientes eventos de violencia racial en los Estados Unidos que han reverdecido la vergüenza y el dolor de un mal que pareciera no tener cura. Me gustaría empezar con Phillis Wheatley (aunque en los orígenes de la literatura afro americana cronológicamente le precede por 3 años la publicación de la autobiográfica narrativa esclavista de James Albert Ukawsaw Gronniosaw). He dividido este análisis de algunos de sus poemas en 3 posts para aligerar su lectura.
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Bautizada con el nombre del barco esclavista que la trajo a América desde África Occidental, Phillis Wheatley pasaría a convertirse en la primera escritora afro americana (Poemas sobre varios temas, religiosos y morales, Londres, 1773). Fue comprada por John Wheatley, un comerciante y sastre adinerado de Boston, para que sirviera a su esposa Susanna. Phillis fue una esclava doméstica privilegiada (si me perdonan el término) y se benefició de la educación de los niños Wheatley. Ella leía lo que ellos leían, aprendió lo que ellos aprendieron, y un poco más. Llegó a dominar los clásicos y empezó a escribir su propia poesía probablemente a los 12 años. Fue elogiada y admirada en Inglaterra y en las colonias americanas. En el marco de la revolución americana, escribió poemas patrióticos/nacionalistas a George Washington e intercambió correspondencia con él. Sin embargo, también fue criticada por muchos, y pese a la carta de autenticación que acompañó su colección de poemas, en la que un grupo selecto de intelectuales y funcionarios blancos (entre ellos John Erving, el reverendo Charles Chauncey, John Hancock, el gobernador de Massachusetts, Thomas Hutchinson y Samuel Mather) certificaron la autenticidad de los poemas escritos por Wheatley, gente como Thomas Jefferson menospreció sus logros.
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Juzgando por la cantidad de estudios producidos en las últimas décadas sobre Phillis Wheatley (1754?-1784), la mayoría de los cuales buscan redescubrir su originalidad como artista, creo que la historia está finalmente honrando a esta ilustre afro americana. Es precisamente su—a menudo malentendida y reduccionistamente interpretada—religiosidad, lo que quisiera comentar aquí. Albertha Sistrunk, por ejemplo, afirma que Wheatley, al tener un carácter piadoso “albergó solo sentimientos de amor, devoción, y gratitud hacia su familia esclava: obviamente, ella no albergaba sentimientos de venganza y odio contra nadie por su condición ‘humilde’ en la vida” (en Levernier n3 34). Creo, por el contrario, que Phillis Wheatley consistentemente entretuvo la idea de la venganza y la redención sangrienta de su raza oprimida; más aún, es precisamente en sus “poemas religiosos”, específicamente en sus paráfrasis bíblicas Goliat de Gat e Isaías, donde Wheatley llevó su imaginación al borde de la intolerancia.
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Es difícil entender cómo durante décadas, las múltiples capas de la poesía de Phillis Wheatley fueron ignoradas (uno podría entender la aversión de Thomas Jefferson y de sus contemporáneos). Si había algún sentimiento de piedad en el arte poético de Wheatley, era en el sentido Romano, como describe John Shields Pietas en The American Aeneas: “devoción a los dioses, a la familia y al país” (xxxii). Para Wheatley la idea de familia , como lo discutiré más adelante, era borrosa y traumática; su sentido de pertenencia al país que la adoptó (¿raptó?) fue siempre incierto; y en términos de religión, en el caso de Wheatley tenemos que hablar de varios dioses (los africanos, los cristianos, y los clásicos).
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Aunque Wheatley fue intermitentemente elogiada y atacada desde el momento que publicó sus Poemas sobre varios temas, religiosos y morales (1773), los años 70 y 80 agrupan las lecturas más desatinadas de la poetisa que, en mi opinión, debería ser considerada la musa negra (contrario a lo que muchos críticos dicen, ella se convirtió—aunque vicariamente—en la musa para los artistas afro americanos que le sucedieron). Afortunadamente, atrás quedaron los trabajos de Eleanor Smith (1974), Angelene Jamison (1974), Terrence Collins (1975), J. Saunders Redding (1982), Blyden Jackson (1989), cuya History of Afro-American Literature debería ser revisada, y muchos otros académicos cuyas lecturas miopes de la obra de Wheatley los hizo verla como imitadora, de orientación blanca, carente de conciencia racial, y en última instancia el resultado de una mente domada, religiosamente adoctrinada.
El género escritural.
Contrario a lo que la mayoría de los críticos argumentan en relación a la “influencia extendida de la religión en la poesía de Wheatley,” como lo destaca Levernier (21-22), yo sugiero una lectura de la apropiación que hace Wheatley de los textos bíblicos más cercana a la definición de apropiación de Ann Douglas: "apropiarse de algo es abstraerlo al sacarlo de su matriz, su contexto original, para resituarlo en un plano propio, un lugar ajeno a su hábitat y diseño natural "(en Rubenstein). O, según el enfoque de Sims y Ryken, en relación a las alusiones y paráfrasis bíblicas de Milton. De hecho, Ryken, citando a C. S. Lewis, sugiere una distinción entre la biblia como “fuente” y la biblia como “influencia”: “Una fuente nos proporciona cosas sobre las cuales escribir; una influencia nos mueve a escribir de cierta manera.” Encuentro esta distinción extremadamente útil para entender la poesía de Wheatley (de hecho, me resulta “interesante” que los estudiosos puedan hacer esta distinción en la obra de Milton, pero no en la de Wheatley). Sin embargo, en el caso de Milton, según Ryken, podemos observar la “técnica descriptiva” de la biblia (5), “una dependencia en imágenes simples, concretas y elementales” (4); en la poesía de Wheatley, por otro lado, la ejecución es más hacia lo visual, la representación casi pictórica de su “épica intertextual” (Shields American Aeneas 225).
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Así, la biblia proporciona a Wheatley herramientas retóricas y teológicas que, en combinación con su instrucción clásica y sus visiones religiosas más bien eclécticas, constituyeron su visión artística, espiritual, e intelectual del mundo y las leyes naturales que deben regir la interacción entre las personas que lo habitan. El modo religioso en Wheatley se convirtió también en una forma de escape artístico, político, y psicológico. Sus numerosas elegías, por ejemplo (poemas en teoría inocuos) sirvieron de vehículos para la expresión personal y política de Wheatley. On the Death of General Wooster, por ejemplo, ella ataca la hipócrita lucha de los americanos por la libertad mientras mantienen “en esclavitud a la inocente raza africana” (149). También, en muchas otras instancias (On the Death of a Young Gentleman (27) y en To the Right Honorable William, Earl of Dartmouth (73), por ejemplo), Wheatley rompe con el dios monolítico al particularizar al dios que el hombre blanco encontrará después de la muerte. Ella habla de “tu dios” y “vuestro dios” respectivamente, y podemos asumir que esta deidad no era necesariamente la de Wheatley. A través de sus elegías, creo, Wheatley da a los blancos la ilusión de la “compensación por los maldades del pasado” (19), una ilusión que ella luego destroza en las dos principales paráfrasis bíblicas que analizaré más adelante.
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En todo caso, la tradición escritural, o arte de la paráfrasis bíblica, no era algo nuevo en los tiempos de Wheatley; no era algo que Wheatley haría como resultado de su adoctrinamiento y limitaciones artísticas. De hecho, como resalta Shields en Phillis Wheatley’s Use of Classicisms, “al combinar elementos cristianos y clásicos, Wheatley cae en una tradición común que empezó antes del Renacimiento y se extiende hasta Elliot” (102). De esta manera, siguiendo el argumento de Ryken, propongo que “en lugar de ver la Biblia como principalmente doctrinal,” deberíamos—al leer las apropiaciones de Wheatley—“mirarla como una obra de la imaginación” (3). En otras palabras, la Biblia se convierte en un texto literario más, un texto que Wheatley adaptó magistralmente a su agenda y el cual le proporcionó un canal para drenar su sed de venganza (a nivel personal) y una voz casi profética al analizar el inevitable desenlace trágico de las contradicciones sociales de las colonias (a nivel social).
Para poder leer la rabia de Wheatley tenemos que ser capaces de leer sus conmovedoras confesiones de ansiedad y sufrimiento derivados de la separación de sus padres y su país de origen. Roberta Rubenstein, en su estudio de la obsesión de Toni Morison a través de su obra con los problemas derivados del “desmembrar” y “re-memorar,” cita la teoría del psicoanalista John Bowlby en relación a “la pérdida de padre o madre durante la infancia”, la cual, de acuerdo con Bowlby, “‘da lugar no sólo a ansiedad por la separación y la pena, sino también a procesos de luto en los cuales la agresión, cuya función es lograr una reunión, juega un papel importante’" (149-150). Wheatley expresa estos sentimientos agresivos de varias formas en poemas como, On Recollection, donde se pueden apreciar imagenes de la travesía en los barcos negreros, On Imagination, y más elocuentemente en To the Right Honorable William, Earl of Dartmouth.
Si usted, mi señor, mientras lee mi canción,
Se pregunta de dónde mi amor por la Libertad surgió,
De dónde fluyen estos deseos por el bien común,
Un sentimiento que los corazones solitarios entienden mejor,
Yo, jóven en la vida, por un destino cruel
fui arrancada de mi feliz asiento africano:
¿Qué espantoso dolor debe atormentar,
Qué aflicción se arrastra en el pecho de mis padres?
Acerado fue ese espíritu y por ninguna pena se conmueve
Aquel que de un padre se roba su amada bebé:
Así, así es mi caso. Y no puedo yo acaso sino rezar
Porque otros nunca sientan ese vaivén tiránico? (73-74:20-31 mi énfasis).
Gracias por la visita. Como siempre, sus comentarios son más que bienvenidos. Estaré publicando las partes restantes de este analisis muy pronto.
Obras citadas o consultadas
- Collins, Terrence. “Phillis Wheatley: The Dark Side of Her Poetry.” Phylon 36 (1975): 78-88.
- Jackson, Blyden. A History of Afro-American Literature. V I. The Long Beginning, 1746-1895. Louisiana State U.P.: Baton Rouge, 1989.
- Jamison, Angelene. “Analysis of Selected Poetry of Phillis Wheatley.” Journal of Negro Education 43 (1974): 408-16.
- Lewis, R. W. B. The American Adam: Innocence, Tragedy and Tradition in the Nineteenth Century. U of Chicago P:
Chicago, 1968.
- O’Neale, Sondra. “A Slave Subtle War: Phillis Wheatley’s Use of Biblical Myth and Symbol.” EAL 21.2 (1986): 144-65.
- Redding, J. Saunders. “Phillis Wheatley.” The Dictionary of American Negro Biography. Ed. Rayford W. Logan and Michael R. Winston. New York: Norton, 1982.
- Rubenstein, Roberta. “Singing the Blues / Reclaiming jazz: Toni Morrison and Cultural Mourning.” Journal for the
Interdisciplinary Study of Literature 31.2 (1998): 147-163.
- Scheick, William J. “Subjection and Prophesy” College Literature 22.3 (1995): 122-29.
- Shields, John C. The American Aeneas. University of Tennessee Press: Knoxville, 2001
- ---. “Phillis Wheatley's Use of Classicism.” American Literature 52 (1980): 97-111.
- ---. “Phillis Wheatley and Mather Byles: A Study in Literary Relationship.” CLA 23.4 (1980): 377-90.
- Sims, James H. and Leland Ryken. Milton and Scriptural Tradition. The Bible into Poetry. U of Missouri P: Columbia, 1984.
- Smith, Eleanor. “Phillis Wheatley: A Black Perspective.” Journal of Negro Education 43 (1974): 401-07.
- Wheatley, Phillis. The Collected Works. Ed. John Shields. Oxford UP: Oxford, 1988.
Gracias por presentarnos a esta poetisa, por hacer que su voz de dolor llegara hasta nosotros. Me conmovió su verbo. Sus versos se quedaron en mí y se repiten como un eco. Qué belleza!
Me alegra que te haya gustado. Ahora es que viene lo bueno! :)
Gracias por el apoyo.
Excelente trabajo, @hlezama. Un merecido reconocimiento a esta poetisa.
Gracias por tu lectura. Son muchos los escritores afro americanos que deberían tener hoy día mayor difusión y relevancia entre académicos, estudiantes y gente común. Trataré de darlos a conocer por este medio. Nos seguimos leyendo
Este trabajo es hermoso. Buscaré algo sobre ella inmediatamente.
Thanks. Happy to have ignited your curiosity.
¡Me encantó esto! Me encanta saber de mujeres en la literatura. Me parece que cuentan historia; una historia del mundo que yo siento que puedo comprender.
Gracias por leer y comentar. Hay mas de donde esta salio :)
Con un poco de suerte, estare publicando sobre muchas mas escritoras invisibles. Sus historias merecen ser visibilizadas.
Te felicito por tu dominio y excelente redacción de este tema que, aún siendo denso, lo haces liviano y de agradable lectura.
Saludos, @hlezama.
Gracias por tu comentario. En eso estamos, haciendo un enfuerzo por compartir lo que valoramos. Nos seguimos leyendo.
Un magnífico trabajo de investigación y crítica, @hlezama, que me permite (y seguramente a muchos) conocer a esta fundadora de la poesía estadounidense, de origen afro. Me interesó, además, por su relación intertextual (creo que sería el término general adecuado) con la Biblia. Al respecto, no sé si conoces un estudio de Northrop Frye titulado El Gran Código. Una lectura mitológica y literaria de la Biblia (me sirvió de fundamento teórico en un pequeño trabajo que publiqué hace unos años; quizás pueda actualizarlo y publicarlo por esta plataforma en algún momento). Pendiente de la segunda parte. Saludos.
Saludos, @josemalavem. Gracias por el comentario. Ciertamente, conozco el trabajo de Frye. A la par de Jung son de gran ayuda para entender algunos arquetipos y la deuda (o lastre para algunos) que la Biblia representa para la literatura occidental. Sería enriquecedor poder tener acceso a tu trabajo sobre el tema.
Wow! Que gran trabajo nos presentas aquí. Excelente trabajo académico a juzgar por tu dominio del tema y la cantidad de autores usados para fundamentar la investigación. Agradecezco la presentación que haces de el autora. Interesante toda la crítica que generó su trabajo por el hecho de ser afroamericana y por el uso inteligente que hace de la Biblia en su poesía.
Gracias por leer y comentar. Esta es un área fascinate, especialmente por lo contradictorio que ha sido el tratamiento de los negros en los EU. Se dan casos increibles como el de Thomas Jefferson, unos de los "founding fathers", coautor de la declaración de independencia, presidente por dos términos (1801-1809), un genio indiscutible (arquitecto, científico, etc), pero cuyos vicios raciales no le permitieron reconocer la humanidad y capacidad intelectual de los negros (tampoco la de los indios, aunque a estos los miraba mejor). En su libro, Notes on the State of Virginia (1785), escribió que la "religión ha producido una Phillis Wheatley, pero no pudo producir una poeta. Las composiciones publicadas bajo su nombre [estaban para él] por debajo de la diginidad de la crítica"(140). En otras palabras, no valía la pena ni mencionarlos.
Esa postura, viniendo de alguien tan venerado en la cultura americana va a explicar en buena parte los casi 100 años de retraso en abolir la esclavitud (1863) y los más de 100 años más en hacer ley los derechos civiles de los negros. Y ya van unos 60 años de aplicacion errática de esas leyes. Ver para creer.