El complemento, @hlezama. Es sorprendente el método maléfico utilizado por Chávez para apoderarse de la voluntad de tanta gente. Tengo familiares víctimas de la idiotez e hipnosis que ese ser perverso empleó en su esquema político.
Igualmente, hermano. Puedo decir que he perdido hermanos, tios y otros familiares por culpa de la revolución, porque eso si, no voy a caer en la perogrullada de que "familia es familia".
Familia que apoye la destrucción de la familia, y por ende del país que se acostumbre a la orfandad, a la insularidad social, que se junte con sus iguales.
Por tolerar es que esto llego a este punto. Hoy día hay chavistas que se siguen rasgando las vestiduras por la revolución pero le aceptan remesas a sus parientes en el exterior! Que bello, así cualquiera.
El chavismo marcó un hito en nuestra vida republicana, cambió aquello de que a cada quien su opinión.
El chavismo es una forma de destrucción y tolerarla es como tolerarle sus malascostumbres a un pederastra, a un asesino o a un narcotraficante. A esos siempre los ha favorecido aquello de que "son así, pero son mi familia!"
El complemento, @hlezama. Es sorprendente el método maléfico utilizado por Chávez para apoderarse de la voluntad de tanta gente. Tengo familiares víctimas de la idiotez e hipnosis que ese ser perverso empleó en su esquema político.
Igualmente, hermano. Puedo decir que he perdido hermanos, tios y otros familiares por culpa de la revolución, porque eso si, no voy a caer en la perogrullada de que "familia es familia".
Familia que apoye la destrucción de la familia, y por ende del país que se acostumbre a la orfandad, a la insularidad social, que se junte con sus iguales.
Por tolerar es que esto llego a este punto. Hoy día hay chavistas que se siguen rasgando las vestiduras por la revolución pero le aceptan remesas a sus parientes en el exterior! Que bello, así cualquiera.
El chavismo marcó un hito en nuestra vida republicana, cambió aquello de que a cada quien su opinión.
El chavismo es una forma de destrucción y tolerarla es como tolerarle sus malascostumbres a un pederastra, a un asesino o a un narcotraficante. A esos siempre los ha favorecido aquello de que "son así, pero son mi familia!"