Todo llega, aun cuando ni lo esperas - Publicación #04

Me impresionó verla con él y no es porque éste sea feo o algo así, sino porque sabía perfectamente quién era.

Era un tipo atractivo pero demasiado mujeriego. Sé que le propuso matrimonio a su novia de 10 años, a la cual engañaba con cada secretaria que contrataba, pero que nunca se casó y se canceló el compromiso. Es muy adinerado por la empresa que continúa de su padre y que terminó la universidad casi obligado por sus hermanos; ya que no le darían la parte de su herencia, si no la terminaba. No es muy hábil en los negocios, pero sabe cómo convencer a todos con la carita que maneja y con lo controlador que puede ser a veces. Sabía hablar bien y creo que ese es su mayor atractivo.

Tras ser una extraña en la oficina, pude enterarme de muchas cosas. Ser invisible resultó tener un beneficio.

Al llegar a mi casa y darle un beso a Shadow, mi gato negro, me acosté un momento en el sofá. Lo primero que se me vino a la mente, fue esa hermosa sonrisa. Después de unos segundos reaccioné y me dije, «Qué me está pasando»

No sabía cómo describir el momento, era algo sorpresivo, pero que me agradaba pensar.

Antes de que me perdiera nuevamente en mis pensamientos, me dirigí a tomar un baño y a prepararme algo de cenar. Después de un par de horas, morí.

Al día siguiente, mientras iba por el ascensor, andaba distraía tratando de recordar si había cerrado la llave del grifo de la cocina; no noté cuando llegué al piso marcado. Al reaccionar y ver que ya estaba allí, las puertas empezaron a abrirse y me encontré con Laura parada en frente de mí. Otra vez me quedé fría. Fue el instante más bello que pude pasar en mi vida y sólo escuché, —Hola, soy Laura— mientras me estiraba la mano. Describir mi cara es imposible, tenía la sensación de que todo me temblaba y no sabía si las palabras salían de mi boca. No sé cómo reaccioné y dije —Hola, Laura— Sin decir más nada, tomé su mano para saludarla. «Su piel era suave»

Continuó diciendo.

—Ya sé mi nombre, ¿cuál es el tuyo?— Me di cuenta que no dije el mío y me sonrojé.
—Me llamo Grace, mucho gusto en conocerte— Respondí rápidamente.