Aprender de los errores |Historiadora|

Aprender de los errores.

Ella se ha llevado muchas decepciones, un chico la hizo sentir inferior, horrenda, insuficiente, ella creyó en sus palabras, que no era perfecta, que eso no le quedaba bien, su corazón dolía, se estrujaba en su pecho porque veía como él se iba con otras chicas y cuando lo hacía, la miraba a la cara y le sonreía, haciéndola dudar de su cuerpo al ver las curvas y prominentes pechos de cada chica que se llevaba consigo quién osaba llamarse “novio”.

Ella lloraba, estaba rota, pensaba que estaba sola, que él era el único que sería capaz de quererla y amarla, creía que cuando él se iba con otras chicas era porque ella no podía darle lo que aquellas sí podían, lo justificaba y qué equivocada estaba.

Ella no era así, la chica de hermosos ojos grises no era así, ella era segura, sabía su valor, lo hermosa que era, es, hasta que llegó él y la hizo dudar.

Dejó de comer cuando él le dijo que si seguía comiendo así saldría rodando, dejó de usar vestidos y faldas cuando él le dijo que sus piernas eran dos par de palillos, se cubría mucho, demasiado, ella cayó, se rompió, creyó en sus palabras.

Su madre se preocupaba, su mejor amigo se preocupaba, ella bajaba de peso, su madre le advirtió, ella cegada decía que él la amaba y que no encontraría a nadie como él, qué equivocada estaba.

Ella agachaba la mirada cuando estaba él, ella creyó que dándole lo que las demás podían darle, él cambiaría, ella lo hizo, le entregó algo preciado, él dejó de irse con otras chicas, al menos eso creía hasta que lo volvió a hacer, él lo hizo de nuevo, la miró a la cara, le sonrió y se fue de la mano con otra chica.

Ella intentó terminarle pero él volvía con un ramo de rosas diciendo que cambiaría, ella lo perdonaba y el ciclo se repetía, ella se rindió, no le terminó porque temía que el ciclo se repitiera, prefirió dejarlo tranquilo, que hiciera lo que quisiera, que se fuera con quien quisiera, ella no era la misma, ella necesitaba un empujón, un date cuenta, necesitaba que alguien le quitara las vendas de los ojos, que ese ciclo terminara y ese día llegó.

La lluvia caía, ella estaba empapada y eso no le importó cuando lo vio a él entrar a su casa de la mano de otra chica, pero esa no era cualquier otra chica, esa chica era importante para ella y eso le dolió, esa chica había crecido con ella, habían jugado a las muñecas de pequeña, pidiendo deseos a cada estrella fugaz que pasaba, compartiendo muchos momentos de risas, esa chica era su mejor amiga.

Ese día ella lo entendió, se dio cuenta que nada estaba bien, se dio cuenta que ella no era la misma, que se había dejado influenciar, que había caído en un pozo, él no fue quien rompió su corazón, ella había dejado de amarse, dejó su amor propio a un lado, dudó de si misma y eso le dolió, ella misma se rompió el corazón, ese día todo terminó, ella lo dejó, él volvió, por supuesto que volvió, pero ella no volvió a caer.

Ella estaba decepcionada, decepcionada de sí misma, eso la enfurecía, ella cambió, comenzó a comer, recuperó su peso ideal, se puso su vestido más bonito y mostró sus piernas, todos la miraban, ella es hermosa, siempre lo ha sido, no tiene nada que envidiarle a nadie, ella es perfecta, ella ahora lo ha vuelto a saber, ella ahora es la misma y no permitirá que nada cambie eso.

Ella ahora cree que el amor no es para ella, ella le hace ahora la cruz al amor, enamorarse no está en su diccionario y alguien nuevo ha llegado, le ha susurrado al oído que es perfecta, que no la cambiaría por nada del mundo, ella ahora tiene miedo, ella ahora no confía y no quiere caer en sus encantos, ella no permitirá que le endulcen el oído con palabras, ella ahora espera ver acciones, ella ha aprendido de sus errores y ahora sabe cómo actuar.

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