Muy interesante tu post amigo. Debemos tratar de ser felices todos los días de nuestra vida y esa felicidad no está en las cosas terrenales, en lo mundano, lo profano, lo material. Hay que mirar mas allá y encontrar en las pequeñas cosas, en cada momento que Dios nos regala, un motivo para agradecerle por el solo hecho de estar vivos y de poder construir día tras día nuestra propia historia.
La sonrisa de nuestros seres queridos, el saludo de nuestras mascotas, el perfume de una flor, la solidaridad de ayudar a quien nos necesita, el poder saborear una buena comida, y el primer café de la mañana, son una puerta abierta hacia la felicidad. Disfrutemos esos pequeños momentos...