Como todo era más interactivo en las relaciones interpersonales y menos virtual, existían juegos bastante entretenidos que con el pasar del tiempo se fueron quedando a un lado.

El mejor de todos esos juegos, en lo personal, lo que marco mi infancia fueron las metras (En otros países quizás tengan otro nombre):

Era todo muy emocionante, es un juego de precisión y mucha puntería, consistía o consiste en tratar de obtener las metras de tus oponentes y las ganas al momento de disparar la metra con tus manos de forma tal que choque con las otras, se juega por lo general en la tierra.

Son unas esferitas muy llamativas, con colores muy variados en su interior, algunos las llamaban metras "ojo de gato", y así como esas muchas otras, existen unas blancas con un diseño como las de la imagen.

Una de las variantes del juego era algo llamado ruchar, y se basaba en apostar y ganar la apuesta, supongamos que juegan con alguien más, y esa persona apuesta una metra y se la ganas, esa acción es ruchar.

Lo mejor de la época definitivamente, un juego sano, llegaban niños con 2 ó 3 metras y se iban felices como con 10 o más, y lo mejor de todo es que al día siguiente volvían por más.