Nunca deberíamos dejar de soñar. Con el pasar de los años, las personas dejamos de ver las cosas de la misma manera que veíamos en ocasiones con emoción y pasión, ya que tenemos perspectivas fabulosas del futuro, pero por diversas razones, pueden llegar a parecer imposibles y dejamos de creer que serían materializables.

Nos excusamos y nos excusamos diciendo:

Pues, hay un dicho muy importante y es que, el que quiere puede. Muchas veces nos rendimos, y realmente allí es donde fracasamos. El que no se rinde, sigue allí, intentando. En algún momento pondremos la balanza a favor para poder alcanzarlo.

La vida no premia intenciones, premia acciones. Es algo que se me ha quedado después de la publicación de ¡Volver a la acción! Tiempo de reorganización, y es completamente cierto.

Pero.. todo inicia con una intención, con un deseo, un propósito inicial que va impulsado con las ganas de materializar nuestros anhelos.. Y ese, ese es el verdadero comienzo.

Posteriormente, comenzamos a accionar a relación de una simple intención, un pequeño deseo que tiene lugar en el momento, pero podemos convertirlo en un deseo o una meta a largos.

Todo lo que queramos es posible. Es un secreto que no muchos comparten, y no todos tienen la dicha de presenciarlo, es lo que la vida nos enseña muy tarde o muy temprano, la cuestión es.. ¿Aprovechamos lo suficiente nuestros deseos?

Sé que suena un poco confuso. La vida es un momento fugaz, y para nuestras metas y cosas para lograr, aveces la motivación, las ganas o el entusiasmo en sí, son determinantes. Es por eso, que no todos llegan tan lejos en lo que se proponen.. hace falta una voluntad de acero y unas ganas interminables, y estas, van de la mano con el deseo y el esfuerzo, para lograrlos.