Despierta, aprovecha cada segundo

Es un hecho muy bien conocido, todo el mundo lo sabe, y todos evitan pensar en la famosa frase "este podría ser el último minuto de mi vida".

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Observa la cantidad de individuos que mueren tras vivir una cantidad impresionante de años, y compáralos con el número de personas que han fallecido de imprevistamente. Claramente, esto último tiene mayor peso para nosotros. Inconscientemente, tendemos a quedarnos con este pensamiento, a pesar que tenemos una baja probabilidad de morir repentinamente, y en esta línea comenzamos a hacemos arreglos sobre algo que quizás no pudiera pasar, y nos olvidamos de apreciar cada minuto que vivimos, sumergiéndonos en la desesperanza y temor de la espera del próximo minuto.

Por ejemplo, vos compráis una porción de torta –pastel en otros lugares- y comprendes que una vez que lo comas, esta no existirá más. Sin embargo, al mismo tiempo que piensas esto, la comes y la aprecias esperando saborear hasta la última migaja de ella. De la misma manera, sabes que en algún momento nuestro vida terrenal llegara a su fin, no obstante, eso no significa que no puedas apreciar el viaje.

Desde hace tiempo, una gran parte de nosotros sigue con su vida, disfrutando y viviendo al máximo cada actividad que hacen, haciendo planes sobre cómo hacer y completar sus sueños, pensando en la construcción de un mejor futuro, y sumergidos en cosas que prácticamente, no tienen nada que ver con pensamientos de mortalidad.

Es más que evidente que algún día, todos morderemos el polvo. No es necesario prever el segundo exacto; en ese punto todo habrá terminado. Es por ello que disminuya y mantenga lo más lejos posible este pensamiento. Alégrate y disfruta del mundo a pesar de no tener una razón aparente. Haz lo que debes hacer con el corazón y aprecia cada minuto de tu vida. Trata de no albergar ningún lamento en tu psique y mantente satisfecho. Y así, en el momento en que llegue nuestro llamado, iremos a él con una sonrisa.

A menudo olvidamos que Dios nos ha creado a todos, nacimos de la misma manera, nada nos separa más que nosotros mismos. Muchas veces dejamos que el dinero, ideologías, religiones, marcas y muchas más cosas se interpongan en nuestro camino. No nos damos cuenta de que cuando morimos, ninguna de estas cosas nos acompañará, ese día todos seremos sepultados de la misma manera y nada de eso nos acompañará. Entonces, ¿por qué todavía nos encontramos persiguiendo estas cosas? ¿Por qué no ser feliz y vivir el presente, ayudarse unos a otros y perseguir la felicidad? ¿Es demasiado pedir?

Bueno este es mi pensar. Cualquier pensamiento o comentario es siempre bienvenido a continuación.