En aquel tiempo sentía como desde el cielo cantaban ángeles,
que nos hacían girar bajo el firmamento lleno de estrellas.
Teníamos algo realmente hermoso,
y aunque nunca supimos lo que era;
siempre supimos que era algo solo nuestro.

El colocaba una de sus manos en la parte baja de mi espalda,
y la otra justo sobre una de las mías.
Así era como constantemente bailábamos al compás de una preciosa melodía,
que solo los dos éramos capaces de escuchar.
Nadie mas podía oírla. - Y eso era increíble -

Fuimos los mejores amantes;
estuvimos condenados a ello,
a primera vista...

Pero de pronto todo se detuvo,
así... Sin explicación.

La música dejo de sonar,
y los ángeles comenzaron a caer;
junto con las estrellas también

Todo se rompió,
y nunca supimos que fue lo que paso.

Quizá fue un breve sueño,
del que ya habíamos despertado.

Entonces,
no pude hacer mas que sentirme sola,
y dejarme caer sobre estas líneas que escribo...
Aparentemente lo único que necesito son algunas palabras,
para reparar mi roto corazón.

Ahora mismo me siento como si fuera ficción:
Como si no existiera...
Todo lo que de mi queda,
esta aqui;
en estas frases,
en lo que fue.

Fuimos protagonistas de una historia que solo termino por quebrarse,
junto con la esperanza...

No se si vuelva a encontrarle,
y eso es lo que hace que esto sea tan difícil de aceptar.

Esto no es fácil de contar;
entre cada pausa,
una lagrima avanza,
dejando una mancha entre cada pagina que he de usar.
Es ese el precio que debo pagar,
para plasmar las palabras,
que liberen mi alma.

En aquella costa las estrellas siguen pareciendo cercanas.
Y aunque de nosotros dos ya no se sepa nada,
el océano siempre recordara:
Con que ganas se miraban aquellas dos caras,
a la luz de una luna que parecía muy lejana...

Daniela H.

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