Prípyat, la ciudad fantasma

Alrededor del mundo podemos encontrar multitudes de pueblos y ciudades fantasmas, pero indudablemente, ninguna tan espectacular como Pripyat. Una floreciente ciudad, que en su momento contó con 50.000 habitantes, quedó desierta en menos de tres horas. Desde aquel momento, hace ya 32 años. Nadie más ha vuelto a pasear por sus calles.

Atrás quedó en el recuerdo “la ciudad del futuro”; modelo del gobierno soviético. Fue construida en 1970 para el personal de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin y sus familias. Siendo considerada como la central más potente del mundo, fue un imán para los más famosos ingenieros y técnicos industriales del momento. Rápidamente, Pripyat contaba con modernos servicios dentro del contexto de la Unión Soviética de las décadas de los años 70 y 80: estación de trenes, puerto, hospital e incluso, un gran parque de atracciones.

Pero a Pripyat se le desvaneció el futuro en apenas unos instantes. En la madrugada del 26 de abril de 1986, un fallo en una prueba de suministro eléctrico produjo el sobrecalentamiento y la explosión del reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil, ubicada a apenas tres kilómetros de Pripyat. Éste ha sido el accidente nuclear más grave de la historia. Su onda de material radiactivo y tóxico expulsado a la atmósfera superó con creces a las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Sin embargo, los habitantes de la ciudad no fueron conscientes del desastre hasta un día y medio después, cuando los funcionarios llevaron un comunicado del gobierno, ordenando el desalojo. Ellos no advirtieron a los 50.000 habitantes sobre la amenaza de contaminación radioactiva de inmediato, ni les suministraron pastillas de yoduro, que les habrían ayudado a combatir los efectos de la radiación. 

La evacuación de Prípyat tuvo lugar el día después del accidente, en la tarde del 27 de abril de 1986, en trenes, barcos y autobuses. Para evitar el pánico les fue dicho que regresarían a sus casas en tres días, sin saber ellos que las autoridades habían decidido que la ciudad permanecería vacía para siempre.  

Prípyat se ha convertido en una ciudad fantasma. No es seguro andar por ahí, debido a los altos niveles de radiación. Aún así la ciudad ha sido saqueada, los ladrones se llevaron todos los objetos valiosos que podían encontrar. Caminar por la ciudad debe ser como viajar tiempo atrás, con la única diferencia de que no hay nadie, ni siquiera pájaros. Prípyat seguirá deteriorándose y permanecerá en silencio por cientos de años más.