Bucle

Despertó solo para tropezarse con un montón de botellas vacías y colillas de cigarro.

-¡Maldita sea!- pisó algo desagrdable.

El suelo estaba lleno de líquidos de distimtas procedencias y sobre las mesas quedaban restos de un polvo blanco. Su cuerpo aun estaba tenso, al parecer había pasado "una buena noche", trató de despertar a la chica que lo acompañaba pero era imposible ella seguía en un profundo sueño narcótico. Algo estaba mal, sabía que algo había sucedido pero no podía recordarlo, encendió el último cigarro (era un milagro que todavía hubiera uno) y se sentó en la ventana tratando de rememorar las noches anteriores, nada, todo era borroso y confuso. Ya no quedaba más solo esperar que los demás tampoco recordaran lo sucedido, la chica se quedaría ahí ni siquiera sabía desde donde la recogió.

Transcurre la semana, rutina, monotonía, trabajo, diligencias, encuentros con un familiar, un conocido o desconocido todo parece apuntar a lo mismo, ellos lo saben ...

No tienen pruebas que le inculpen pero lo saben, saben lo que sucedió, lo que él no puede recordar, no dicen nada, solo esperan que se descuide y confiese pero no lo hará, es viernes otra vez, el teléfono vuelve a sonar y una voz de mujer se escucha en el auricular

-¿Vendrás hoy también?

-Por supuesto no soporto lo que me ha estado pasando todos son unos mentirosos.

-Te espero donde siempre trae lo mismo.

En medio de la noche se encuentra en la misma casa de la vez anterior, no recuerda esa entrada pero está seguro que es ahí, es la dirección de siempre, seguro pintaron la puerta.