En mi estadía vacacionales en Lecherías, mi primo y yo encontramos a un Ave pichón abandonado en su residencia, no teníamos idea de que especie de Ave era. Al principio creíamos que era un pichón de zamuro, consultamos en Internet y vimos que el zamuro nace de color blanco, vimos otras especies, tampoco era un cuervo, parecía un Gavilán, pero por su aspecto parecía mas bien Zamuro. Finalmente decidimos darle un poco de alimento, estaba muy asustado y solitario.

Lo alimentamos con harina de maíz y leche, pero del susto no quizo seguir comiendo, se aferraba con sus garras a mis dedos, no me quería soltar, su corazoncito palpitaba fuertemente. Pero para no romper su ciclo de supervivencia decidimos dejarlo afuera de la casa teniendo fe que no le pasaría nada malo.

Al dia siguiente lo encontramos cerca del lugar donde lo habíamos dejado, no tenía posibilidad alguna de volar, solo caminaba, al parecer tenía problemas en sus alas o todavía era muy pichón para volar.

No era muy agraciado, pero la vulnerabilidad hacía que uno se encariñara más, luego de unos días no lo vimos más, no sabemos si pudo sobrevivir o fue atacado por algún depredador. Sea lo que sea fue una experiencia bonita y especial.

Creo que mi primo y yo hicimos lo que pudimos, y nunca supimos que especie de Ave era, lo único que sabemos es que lo apodamos como Zamu jeje, y fue un amiguito de pocos días.

La vida conjunto con la naturaleza nos dan experiencias únicas y especiales, para aprender y apreciar más lo que nos rodea, lo que somos y de dónde venimos. Y esta sin duda fue una de ellas.