Es un placer para mí seguir compartiendo con vosotros algunos capítulos de mi libro iniciático «Conversaciones en la Hoguera del Conocimiento».

En esta ocasión, se aborda una reflexión sobre la comunicación entre diferentes niveles energéticos de las personas a través de nuestras emociones.

Como siempre, todo comentario es bienvenido.

—Si alguien me hace daño, pero no se da cuenta, ¿implica eso que las consecuencias sean diferentes de las de un daño premeditado y consciente?

—Que alguien no se dé cuenta del daño que te hace no te priva del dolor si por su inconsciencia permites que te lo haga.

— ¿Cómo me protejo de esta persona que me hace daño?

—Tú no tienes que protegerte de la persona. Tienes que protegerte del dolor. Por otra parte, esa inconsciencia no me hace pensar que la persona sea inocente. Puede ser inocente del conocimiento de lo que hace, pero es responsable de no haber adquirido la consciencia de saber que hace daño.

—¿De qué me tengo que proteger, entonces?

—De lo que tenéis que protegeros es de la negatividad. Pero ocurre que la negatividad existe porque hay alguna persona que la sustenta. Las energías de la naturaleza son siempre positivas para la naturaleza. Es decir, todo aquello que no haya sido previamente contaminado por las emociones del hombre es puro, concuerda con el hombre sano y es su alimento, su vida. Es el hombre el que califica esas energías de lo que sea, el que las impregna. Y, en este caso, las impregna de odio, de emociones negativas.

  »Esa misma persona que te lanza esa energía negativa no es en sí misma negativa. Las personas no son negativas. No tienes que defenderte de ellas, ni protegerte. Las personas son lo que tú eres. Pero si no se relacionan contigo de otra manera más que a través de esta energía densa y opaca, si no hay otro lugar por el que acceder a ellas, sencillamente no te interesan. Al menos mientras la situación no varíe.

—Pero si me alejo de alguien que tiene esa negatividad, seguramente haré sufrir a esa persona...

—Cuando te alejas de alguien así, esa persona va a sufrir, y puede reprochártelo. Estos son los últimos recursos que tiene para comunicarse contigo. Te necesita. Es muy difícil, si eres alguien con sensibilidad, seguir alejándote. Pero es necesario. Y lo es para los dos. No solo por justicia para ti: estarás solucionando algo del karma de ambos. En el momento en que transiges con una situación que te liga a alguien con quien no estás a gusto, estarás generando karma.

  »Por un lado, darás curso, harás que circule aquella energía negativa que sigue viva y funcionando. Por otro, tendrás conflictos internos porque no estarás siéndote fiel a ti mismo, porque tendrás malestar debido a que se generará respuesta negativa al estímulo negativo. Solo si has aprendido a transmutarlo, te salvarás, pero el otro seguirá generando y generando, porque pensará que tiene dónde depositarlo.

  »El otro, únicamente si se queda con esa basura para él solo, la podrá reconocer. Y solo así, por la fuerza, tendrá que tomar una actitud ante ella. Tendrá que ponerse cara a cara con su basura y tendrá que solucionar esta situación por sí mismo.