Los especialistas de lo sagrado: Ritualistas del mito, según Mircea Eliade

in #spanish4 years ago (edited)
Estamos acostumbrados a adjudicar a la palabra mito un contenido que lo distancia de la noción de verdad, de realidad, la realidad a la que comúnmente se refieren los historiadores.

Muchos autores han trabajado para demostrar que no hay tal separación entre Mito e Historia.

En esta perspectiva la historia establecida queda deudora, como es lógico, de las sociedades arcaicas, que se reconocen constituidas por una serie de acontecimientos primordiales debidamente relatados en sus mitos.


Fuente

Para Mircea Eliade, el más importante de los estudiosos sobre religión y sus conceptos fundamentales (Mito, Rito) los mitos constituyen en general "la suma del saber útil", dando en esta concepción el valor que tienen los mitos para la conservación de la memoria.

En su libro Mito y realidad, Eliade asegura que a través de los mitos las existencias se constituyen como plenamente humanas, responsables y significativas, porque se inspiran en un acervo de actos ya efectuados y de pensamientos que se han formulado en el principio.

(Imagen propia)

Ignorar u olvidar el contenido de esta ‛memoria colectiva’ constituida por la tradición, equivale a una regresión al estado ‛natural’ (la condición acultural del niño) o a un ‛pecado’, a un desastre.

De esta manera la función mítica más importante, es la de servir de modelo a las actividades humanas; los mitos constituyen, por consiguiente, valores absolutos; paradigmas dirigidos a mantener la conciencia de la existencia sobre realidades absolutas, en las que el hombre se desempeña a través de nociones valorativas que lo guían y le confieren una significación a su existencia, mantiene el autor.

Eliade también plantea que gracias al mito el hombre se hace, a su vez, creador; repitiendo el modelo arquetípico conquista, organiza y transforma el paisaje natural convirtiéndolo en cultura. Por ello en las sociedades en las que el mito es algo vivo el mundo es para el hombre un espacio entendible, aunque cifrado y misterioso.

Cuando el hombre puede entender el mito y descifrar los símbolos, el mundo no es ya una masa de objetos reunidos de manera arbitraria sino un cosmos viviente articulado y significativo, aunque se mantenga enigmático.

Para nuestro autor el conocimiento al que el hombre puede acceder a través del discernimiento del mito, y de su repetición en los rituales, no agota el secreto de las realidades cósmicas y humanas que mantienen en sí mismas toda su densidad ontológica.
El misterio en el mundo obliga al hombre a trascender sus límites situándose al lado de los dioses y de los héroes.

El mito no es, en sí mismo, una garantía de ‛bondad’ ni de moral. Su función es revelar modelos, proporcionar así una significación al mundo y a la existencia humana. Por ello, su papel en la constitución del hombre es inmenso. Gracias al mito, como dijimos, las ideas de realidad, de valor, de transcendencia, se abren paso lentamente. Gracias al mito el mundo se deja aprehender en cuanto un Cosmos perfectamente articulado inteligible y significativo. Al contar como fueron hechas las cosas, los mitos revelan por quién y por qué lo fueron y en qué circunstancias. Todas estas ‛revelaciones’ comprometen más o menos directamente al hombre, puesto que constituyen una ‛historia sagrada’.

El valor apodíctico de los mitos se reafirma constantemente a través de los rituales. Es gracias a la repetición de un gesto paradigmático, como algo se revela como fijo y duradero en el flujo universal. Ese "algo" es lo sagrado, es decir, lo transhumano y transmundano pero posible a la experiencia humana.
Con el ritual los hombres consiguen abolir el tiempo profano, cronológico, para recuperar el tiempo de la historia sagrada. De esta manera el hombre se hace contemporáneo de las hazañas de los dioses y de los héroes accediendo a la trascendencia, que acaba por formar parte de la vida humana.
El mito nos tranquiliza, proporcionándonos la certeza de que lo que va a ser ya ha sido hecho; ello elimina la duda, instalando la fe.

Basta simplemente con repetir el ritual cosmogónico, y el territorio desconocido (= el ’Caos’) se transforma en ’Cosmos’, se hace un imago mundi, una ‛habitación legitimada ritualmente’.

Directa o indirectamente el rito fuerza al hombre a trascender sus límites llevándolo a la altura de los dioses.
Algunos hombres desarrollan una especialidad en los asuntos sagrados, que, practicada en la colectividad, impone las visiones religiosas.
Estos hombres creativos, los encargados del rito, imitadores de los gestos paradigmáticos; los chamanes, los miembros de cofradías secretas, escogidos por sus capacidades memorísticas o literarias, se han constituido, en las palabras de Eliade, en los responsables de la transmisión, y en muchos casos, de la modificación de nuevos valores y significados religiosos.

Ahora bien: se pueden adivinar las ‛fuentes de inspiración’ de una personalidad creadora semejante, en el seno de una sociedad arcaica: son ‛crisis’, ‛encuentros’, ‛revelaciones’; en resumen, experiencias religiosas privilegiadas, acompañadas y enriquecidas por un enjambre de imágenes y de escenarios especialmente vivos y dramáticos. Son los especialistas del éxtasis, los familiares de los universos fantásticos, los que nutren, acrecen y elaboran los motivos mitológicos tradicionales.

Eliade se detiene en sustentar la importancia que tienen las experiencias religiosas privilegiadas para cualquier cultura en el mundo; explica que la creatividad, en el plano de la imaginación religiosa, permite la renovación de la materia mitológica tradicional.

En consonancia con otros autores, insiste en asegurar que el éxito en la aceptación de tales visiones depende de la preexistencia de esquemas culturales tradicionales compatibles con la nueva visión. Sólo en ese caso la cultura se constituye y se renueva y la sociedad entera se ve dirigida hacia nuevos valores y nuevos significados planteados y transmitidos por un puñado de individuos: los especialistas de lo sagrado.
La visión que guía a los especialistas de lo sagrado es la visión cosmogónica proporcionada por el mito. Nada expresa mejor que la cosmogonía la idea de un origen, de la creación y de la existencia de un final, de la consumación del todo.

La visión cosmogónica es utilizada como modelo para todo tipo de elaboración. Nada asegura más el éxito de cualquier intento de creación ya sea el de un hijo, una empresa o una casa que el hecho de copiarlo siguiendo el modelo de todas las creaciones: la cosmogonía.
A los ojos de los hombres la cosmogonía es la representación de lo sagrado, por ello la repetición simbólica, el ritual, de la creación es un mecanismo para reactualizar el suceso primigenio y garantizar la presencia de los dioses y de sus fuerzas creativas.

(Imagen propia)

En su libro Nacimiento y Renacimiento, el historiador de las religiones plantea la importancia de los ritos en la constitución de la cultura humana. En este texto presenta, a través de la explicación de los ritos de iniciación, la intención mítica de lograr las condiciones prístinas del origen.

En el texto Eliade asegura que lo que se desprende de la ritualidad, los valores espirituales asequibles a quienes han sido iniciados, es lo que se conoce con el término genérico de "cultura" único medio por el cual el hombre puede vivir una existencia humana. Así, el hombre es hecho, no por sí mismo; sino por especialistas espirituales que encarnan a seres sobrenaturales, los entes de la historia sagrada.
A través de los rituales el hombre "natural" es convertido en un ser cultural, más precisamente en un ser espiritual, porque para el pensamiento cosmogónico la cultura no es un producto humano, pues su origen es sobrenatural.

Conocer los mitos no es (como se creía en el siglo pasado) hacerse conscientes de la regularidad de ciertos fenómenos cósmicos (el curso solar, el ciclo lunar, el ritmo de la vegetación, y yo otros semejantes); es, en primer lugar, conocer lo que ha sucedido en el mundo, lo que realmente ha sucedido, lo que los dioses y los héroes civilizadores hicieron, sus obras o trabajos, aventuras y dramas. Es conocer una historia divina, que no obstante sigue siendo una "historia", es decir, una serie de acontecimientos imprevisibles, aunque consistentes y significativos.

Desde este punto de vista el mito constituye, en las palabras de Eliade:

…La historia de todo lo significativo que ha ocurrido desde la creación del mundo, de todo acontecimiento que ha contribuido a hacer del hombre lo que es en la actualidad.

De esta manera se entiende como el ritual se constituye en el mecanismo de ingreso a la historia sagrada de la humanidad.

« (…) mi objetivo consistía únicamente en hacer inteligible al mundo moderno -lo mismo occidental que oriental, a la India lo mismo que a Tokio o a París...»
(La Prueba del Laberinto)

Fuente

Mircea Eliade fue un autor prolífico, indispensable a quienes deseen conocen los fundamentos de lo humano, que dedicó su vida completa al estudio del fenómeno religioso, alejando el concepto de las interpretaciones que lo ligan a lo eclesiástico y ubicándolo en el espacio de las significaciones humanas.

En este post trabajamos con los siguientes textos:

Mircea Eliade Mito y realidad. Editorial Labor. Colombia 1996
Mircea Eliade. Nacimiento y Renacimiento. Editorial Kairós. Barcelona.

Las imágenes fueron editadas utilizando Paint


soy ovalo.JPG

#palnet

Sort:  
Loading...

Coin Marketplace

STEEM 0.30
TRX 0.12
JST 0.034
BTC 63960.62
ETH 3142.95
USDT 1.00
SBD 3.95