La obsesión de lo políticamente correcto: la rueda del eufemismo | Análisis
Buenas noches, les traigo otro análisis, sin embargo estuve en la búsqueda del artículo original y pues no pude conseguirlo, pero si logré conseguir ciertas referencias bibliográficas que incluyen al autor original y a un link, pero al revisar este link, noté que me llevó a una página que actualmente no está disponible, por lo que les compartiré las capturas y les dejaré esos datos al final, para hacer constar que ese artículo no es de mi propiedad, solo lo analizo y comparto mi opinión acerca del mismo; espero que les guste.
Referencia Bibliográfica: Parra, Sergio (2010). La obsesión de lo políticamente correcto: la rueda del eufemismo [Documento en línea]. Disponible: http://www.papelenblanco.com/metacritica/la-obsesion-de-lo-politicamente-correcto-la-rueda-del-eufemismo [Consulta: 2018, julio 25]
Análisis
El texto denuncia una realidad bastante cierta, la inutilidad e hipocresía que se ha visto en el intento por “dulcificar” palabras que se han considerado ofensivas, que aunque desde mi punto de vista algunas si fueron correctamente sustituidas pues era necesario, pero ya se ha tornado en algo inútil en la mayoría de los casos, pues se cambian palabras a las que no era necesario sustituir, palabras con las que muy pocos se sentían ofendidos, y en caso tal sería por capricho, o “sifrinismo” como lo llamamos aquí en Venezuela. La forma en la que Sergio denunció esta realidad es bastante directa, y no es para menos, pues como él bien lo explicó “mientras la gente tenga una actitud negativa, por ejemplo, hacia las minorías, los nombres para designarlas cambiarán incansablemente sin que la actitud cambie. Ser machista o no serlo, pues, no depende de si empleamos lenguaje sexista. Tampoco si empleamos palabras racistas. Sabremos que hemos conseguido respetarnos mutuamente cuando los nombres permanezcan inmutables”. Sin un cambio de mentalidad, el ciclo se seguirá repitiendo y las personas que cambien su vocabulario sin cambiar su actitud pues solo lo harán por moda o para encajar, pero sin prestar atención a la connotación de las palabras que utiliza, de forma que, si tenía algún tipo de odio o desprecio por cierto tipo de personas con alguna discapacidad, este desprecio no cesará por que los llame de una forma más “decente”, tan solo será como barrer el polvo de una casa y colocarlo todo bajo la alfombra, es decir, ocultará ese desprecio, pero tarde o temprano será evidente, si no hay un cambio de mentalidad, no habrá un cambio en el actuar, el mismo mal proceder se repetirá y no será más que arar en el mar.