Nacer en el seno de una familia consolidada en términos económicos no es garantía de éxito ni mucho menos, así como haber pasado por momentos de pobreza tampoco representa una certeza de fracaso. En cuanto a esto último, Bill Gates alguna vez dijo ''Nacer pobre no es tu culpa, pero morir pobre sí lo es''.

Existen numerosas personalidades que son un claro ejemplo de que esto es posible y no una mera fantasia. Una de ellas es el Dr. Eric Thomas, administrador, orador motivacional y ministro. Nacido de una madre adolescente en Chicago, pero criado en Detroit, Michigan, Thomas abandonó la secundaria y fue indigente durante dos años.

A medida en que avance con esta serie de posts, iré haciendo mención a más aspectos de su vida en los que pasó por grandes dificultades con el objeto de ofrecer una nueva fuente motivacional y de energía en ti. En ocasiones permitimos que los diversos obstáculos que se nos presentan a lo largo de nuestras vidas signifiquen una limitante en nosotros, ignorando el hecho de que existen personas que pasaron por situaciones mucho más complicadas que en las que pudieramos estar nosotros, y que de cualquier forma hallaron la manera de salir airosos de ellas, alcanzando incluso el éxito en sus vidas.

Thomas se caracteriza, como buen orador, por diversas frases que buscan sacar lo mejor de nosotros llenándonos de energía. Entre ellas tenemos:

He tenido la oportunidad de observar las conferencias en las que Thomas explica el significado de esta corta, pero contundente frase. En ellas hace referencia a que a veces focalizamos la mayor parte de nuestra atención en las fiestas, las salidas al cine, y demás actividades de distracción, y aunque circunstancialmente estas experiencias son necesarias a manera de relajación, se debe evitar a sobremanera que se conviertan en un elemento común en nuestra vida.

El proceso de obtención del éxito debe ser entendido como una labor en la que han de ser empleados todos nuestros esfuerzos como personas, y en la que cada acción de nuestra vida debe estar alineada en ese sentido. Así que si de verdad quieres alcanzar el éxito, interioriza ese deseo como una necesidad tan indispensable como lo es la respiración misma.