GUARIBE PALABRA INDÍGENA
Por Soraya González
Para iniciar este relato guaribero, me agrada destacar que la esencia de mi labor como cronista, está centrada específicamente en la investigación, el registro y la divulgación de la memoria histórica local, en defensa del patrimonio tangible e intangible de mi pueblo y difusión de la misma. Es la historia local la que nos permite conocer de qué manera ha influido una determinada actividad en un municipio o ciudad, sus tradiciones, costumbres, personajes, entre otras cosas. En ese constante trabajo diario por llevar hasta nuestros lectores datos de importancia sobre este terruño, hoy destaco a través de Letras Guariqueñas, el origen de su nombre y algunos aspectos importantes que pueden servir para identificarse con un lugar que está lleno de muchas cosas maravillosas que bien vale la pena conocer y disfrutar, como es el caso de su evolución y riqueza cultural.
Aun cuando hay quienes sostienen lo contrario, si nos atenemos estrictamente al concepto de fundación, el ahora Municipio San José de Guaribe, no fue fundado, porque su existencia no se debe a una acción coordinada mediante la cual se creara este centro poblado, como ocurrió con muchas otras poblaciones en todo el continente americano, donde llegaban los colonizadores a un sitio, con un plan pre concebido y creaban la ciudad o el villorio; es decir, entre otras cosas, no es un pueblo colonial, tal como refiere el historiador local Miguel Rojas, en su libro Apuntes sobre la historia de San José de Guaribe.
Describiendo literalmente lo que significa Guaribe, según historiadores e investigadores, es palabra indígena, de la lengua Caribe y se relaciona con lugar de abundantes pastos y se asocia al río principal que en esta zona nace. Esta palabra recorre geográficamente e históricamente la existencias de otros municipios y caseríos como es el caso de Guaribe Tenepe, estado Anzoátegui, es decir que la composición de la palabra abarcaba al alto Guaribe y al bajo Guaribe, de ello se conoce que a San José de Guaribe también se le conoció como Guaribe del Paso, posteriormente San José de Guaribe.
Hay un elemento de mucha importancia en la municipalidad, que identifican a Guaribe como un pueblo no fundado, y son los vestigios arqueológicos encontrados y los estudios realizados que determinan que esta zona, en las márgenes del río Guaribe, fue asiento de aborígenes. Las dos grandes etnias que tuvieron su hábitat en estas tierras fueron: la etnia Guaiquerí, en el Alto Guaribe, y la etnia Palenque, en el Bajo Guaribe.
Ello se comprobó por la existencia de pequeños cementerios descubiertos en sitios de esta área geográfica y por la existencia de apellidos como: Manaú, Guariguata, Guarata, Yaguarata, Yaguaracuto , Quilimaco, entre otros. Los guaquerí, tesermas, guaribes, tomuzas, píritu occidentales, eran vecinos entre si, solían frecuentar la laguna de Unare, a la cual denominaban Cariamana ó Carimana, y toda la costa que estaba frente a ella se convirtió en un centro activo de intercambio de productos entre ellos, también debe destacarse, que juntos participaron en rebeliones en contra de los españoles.
Posterior a la represión española que se desató a partir de 1681, hubo una dispersión indígena: un número considerable de tomuzas, palenques y cumanagotos buscaron refugio hacia las selvas de Guaribe y Tamanaco, las cuales estaban a una distancia considerada. Allí se encontraban tribus amigas como: los tesermas y los guaqueríes.
El grupo Palenque llamado Guaribe o Palenques del Guaribe, vivía en las vegas del curso inferior del río Guaribe, hacia su desembocadura en el río Unare. Según algunos datos, se sabe que instauraron una guerrilla permanente en contra de los misioneros, llegando esa rebelión a su más alta expresión con la destrucción de la Misión de San Juan de Guaribe (sitio donde hoy se encuentra Guaribe Tenepe) en 1681, que costó la vida a por lo menos, dos misioneros observantes.
El punto de partida de la llegada de los nuevos habitantes a este territorio, hoy denominado San José de Guaribe, se ubica en el momento, cuando el 22 de octubre de 1831, Gabriel Álvarez, Primer Municipio y Alcalde Primero interino del Cantón del Orituco, con sede en la Villa de San Rafael de Orituco, otorga a Esteban Marrero –vecino del Valle de Guanape, hoy Guanape, y de origen canario-- plenos poderes sobre los terrenos de la posesión Guaribe, con una extensión de siete leguas y tres cuartos de largo, y media legua de ancho, con un cuarto de legua a cada lado del río, abarcando en su parte alta los ríos Guaribito y Guaribote.
Además de su pasado indígena, cosas bellas posee nuestro Guaribe, dentro de ellas algunos monumentos naturales, que aunque oficialmente no existe ninguno; en el sentir de los guaribeños hay dos formaciones por las cuales se identifica en la distancia la presencia de su territorio: Por el Norte, la Fila Maestra, y por el Este, la fila de Morro Pando. De igual manera, está el árbol bautizado con el nombre de Samán de Candelaria, asumido como elemento simbólico en su Escudo de Armas. El Samán de Candelaria, que es denominado de esta manera por haber tenido cerca de él, la casa habitación de la señora Candelaria Aragort. Mucha gente dice que anteriormente se conoció como el Samán de las Aragort, ya que, aquí primeramente vivió la familia Aragort Bandres, y una vez que algunos y algunas se fueron casando y otros no lo hicieron, se fueron yendo, sólo quedo en la casa de las Aragort, la señora Candelaria, en quien el Samán debe su nombre actual. Muchos lo llaman Parque el Samán.
Dentro de los caseríos que conforman nuestro Municipio, tenemos (16) dieciseis: Uveral, 5 de Julio (El Cinco), Las Aguaditas, Zamurito, La Aguada del Cielo, Las Lajas, Congorocho, Cunaguaro, El Cedro, El Totumo, La Joseera, Las Aguaditas, Río Negro y Los Cantiles, El Cedro y Los Médanos.
Es ocasión de ofrecer a nuestros lectores una brevísima descripción de la cotidianidad de Guaribe, aquí presento estas décimas escritas por Luís Esteban Rojas, en donde nombra y describe algunos rasgos de nuestras adyacencias.
GUARIBE Y SUS CASERÍOS.
Autor: Luís Esteban Rojas.
Guaribe, tierra querida
Motivo de inspiración
Con una gran emoción
Que en el corazón anida.
I
Remontando hacia la fila
Donde está la tierra fría
Bien de noche o en el día
Como en el andar se estila
En el ambiente perfila
Paisaje lleno de vida
Con presencia muy sentida
En Río Negro y Los Cantiles
De los sueños juveniles
Guaribe, tierra querida.
II
Bajamos por las Hermanas
Con El Loro allí presente
Percibimos en su gente
Sus cualidades humanas.
Y en El Cedro hay muchas ganas
De andar en revolución
Con una gran convicción
En la Joseera viven
Y en Ranchería consiguen
Motivo de inspiración.
III
Vi San José de Guaribe
Desde la Benjaminera
No es una estampa cualquiera
La que de allí se percibe.
En la Ceiba se convive
Con laborioso tesón
Y en Uveral ven acción
En la lucha cotidiana
Que en los Médanos se afana
Con una gran emoción
IV
En El Cinco, Zamurito
Y La Aguá del Cielo es denso
Un cariño tan inmenso
Como ese llano infinito
En Las Lajas, ahí mismito
Se nos da la bienvenida
Como asumen enseguida
Congorocho y Cunaguaro
Reforzando un amor caro
Que en el corazón anida.