Aunque me separe la distancia y hayan kilómetros entre nosotros, así no sepa de qué lugar eres, mi pensamiento es tuyo, lo robaste el día que te conocí, tengo tantas cosas que te quisiera decir, tantos sueños que tal vez frente a ti no sepa por dónde empezar, el silencio me pudiera traicionar, la emoción de tenerte a mi lado tal vez aturda mi pensar, son esas noches frías en las que mi imaginación vuela que me crean paisajes estrellados, son estos momentos los que me hacen anhelar la calidez de tus manos y el posible intento de darte un beso, luego despierto del sueño queriendo volver a dormir para por lo menos en ese espacio de mi mente estar cerca de ti, sería un helado en cualquier plaza o la banqueta del parque el lugar perfecto en el que te diría te quiero, sería caminar a tu lado con sonrisas y en medio de picardías que intentara llevarte de la mano, en esos atardeceres de tonalidad amarillenta y brisas frescas que tumban del árbol las hojas secas, donde se nos pasan las horas y finalizan los días sin querer llevarte a la puerta de tu casa, me tocaría despedirme, con la cortesía de un caballero con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla, en mi espera ansiosa del siguiente día para poder verte a ti Sofía, pláticas a diario sin aburrimiento sin que se nos acaben las palabras son mis cuentos y tus chistes, los que hacen crecer nuestros sentimientos, esos besos y caricias que no se han dado lo sutil y racional del comportamiento humano es pensar que aún a la distancia, aun así te amo.