Si bien es cierto, muchas veces pueden pasar días y días  y llega un momento en el cual nos damos de cuenta y decimos “Aquel día pude aprovecharlo mejor” o “yo fuera hecho esto y tal vez fuera pasado…” , pasa que hay momento en los que nos desestabilizamos y dejamos que los días pasen y pasen sin hacer nada productivo, nada que realmente te haga sentir pleno. 

Realmente el planificar o agendar las tareas que debo realizar en mi semana es algo que he aprendido y que necesito estar recordando semana tras semana, cuando comencé a hacerlo me di de cuenta que el hecho de hacer mi planificación del día o de la semana no era lo que se me hacía difícil, (recuerda cada persona es diferente), pero había algo que si me costaba mucho y era el cumplir con esa planificación, el hacer aquello que me había propuesto dejando a un lado cualquier excusa. Me pasaba que el día domingo agendaba todos los compromisos, tareas, responsabilidades y otras cosas extras que tenía que hacer durante la semana, pero al comenzar el Lunes, sencillamente olvidaba eso, y tomaba aquel refrán de “Mientras vaya viniendo vamos viendo” jajaja, así mismo, dejaba a un lado todo aquello que había planificado y comenzaba a llevar todo de manera muy desorganizada y sin ningún control; hasta que llegue al punto de sentirme mal, porque sencillamente cuando no estás logrando aquello que te propones te sientes incomodo. La planificación es súper importante en todos los sentidos es necesario evaluar aquellas cosas o actividades que son prioridades.