VENEZUELA Y LA EMIGRACIÓN (Mi propia historia al salir de mi querido país) 2da parte.!!
Hola mis queridos amigos, por acá estoy de nuevo con la continuación de esta historia, tarde pero seguro, como les comente en el inicio, mi viaje emprendió desde el Tigre Estado-Anzoátegui y luego de toda mi travesía al fin llegue a SAN ANTONIO, aproximadamente a las 10am.
Posteriormente nos dirigimos a desayunar, quería comerme las ultimas EMPANADAS VENEZOLANAS, pues sabía que una vez estando en Colombia sería difícil encontrar algún parecido con nuestro sazón jejeje.
Una vez realizado nuestro último deseo en cuanto a comida se refiere, caminamos hacia la inmensa cola que nos esperaba para sellar la salida de Venezuela, pues practicamente dure 3 horas, a diferencia de otros que han permanecido hasta 8 horas haciendo cola, creo que yo corrí con suerte, además no estaba haciendo sol, estaba algo nublado. Y como cosa rara en nosotros los venezolanos, hice algunas amistades, converse con otros paisanos jejeje y compartimos nuestras historias.
Se hicieron las 3 de la tarde, cuando por fin pude sellar pasaporte, quiero recalcar que mi poco tiempo ahí en san Antonio fue grato, es como un mundo diferente, ves efectivo por todos lados, te sientes seguro, pues yo andaba con mi compañera y un amigo asesor y me comentaba que nos podíamos sentir seguras ya que ahí no se pierde nada, sino la gente de la guerrilla interfiere, razón por la cual procuran que todo este lo mas normal posible. Además la cantidad de gente que pasa por ahí es bárbara, me pude dar cuenta una vez mas, que no es broma, Venezuela se está quedando sola.
Nos dirigimos a pasar el puente, con aquella cantidad de personas, es un momento de tensión, bueno por lo menos para mí lo fue, sientes algo de adrenalina, pues es aquello que te separa de tu país, vas caminando y vas pensando que ya, ya no hay vuelta atrás, que vas dejando todos tus sueños, tu familia, tus cosas, tus costumbres, tu trabajo, tu profesión (en mi caso), absolutamente todo por lo que luchaste durante años. Pero que más, no hay tiempo de arrepentimientos.
Llegamos a CUCUTA,
aproximadamente a las 3:30pm ya estábamos allá, una locura, gente por aquí, gente por allá, pero listo, ya estábamos en otras tierras, logramos nuestro propósito.
Una vez ahí, comenzó nuestra otra odisea, retirar el dinero en pesos y luego conseguir pasaje para ambas, yo particularmente estaba legal con pasaporte pero mi compañera no, entonces iba a ser un poco más difícil, y de hecho así fue, no fue sino hasta las 7pm de la noche que conseguimos ambos pasajes, y yo con los nervios de punta, porque me daba terror quedarme en ese lugar, con la plata contada y sin conocer a nadie.
Debo confesar que por muy poco me da una crisis de pánico, afortunadamente conseguimos los pasajes y volvimos a la normalidad, luego de eso salí corriendo a sellar mi pasaporte, la entrada a Colombia, de ahí salí como a las 9 pm, y posteriormente nos dirigimos hacia el terminal, la salida del autobús era las 11:25pm. Llegamos y pues a esperar se ha dicho, cansadas, con sueño y frío, hasta que por fin llego, como a las 11:40 pm emprendimos nuestro viaje hacia Bogotá, una vez en el autobús, caímos como muertas y dormimos casi todo el viaje, afortunadamente para mí, porque soy de las que mareo mucho y me habían dicho que las curvas eran una cosa buena jejeje.
Nada fácil salir, dejar todo por lo que se trabajo, se lucho, lo que se creía seria una realidad en este momento, pero hay que hacerlo... la realidad no colabora para el crecimiento ni profesional, ni económico. Exiiitooos...
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