Siempre he sido un admirador de la arquitectura y las soluciones espaciales de la ingeniería civil, por ello en muchas de mis fotos se pueden observar edificios y paisajes urbanos; sin embargo conforme fui creciendo integré un interés más a mi trabajo, la naturaleza y vida silvestre. Inevitablemente me di cuenta de que mis dos pasiones fotográficas no son muy compatibles que digamos, ya que para urbanizar hay que destruir lo que es natural.

Desde hace unos cuantos años valoro más el poder captar en un sólo cuadro fotográfico aunque sea un árbol en conjunto con alguna edificación, y esto inevitablemente me ha llevado a darme cuenta de que de algún modo u otro encontramos una razón para destruir los pocos árboles que se encuentran en las urbes; bien sea por ampliar una autopista, o bien sea porque amenazan una casa o edificio.

Igualmente el constante crecimiento de la población y el constante desarrollo urbanístico, que siempre trae consigo el desarrollo de caminos, áreas comerciales, industriales, escolares y otros tipos de desarrollos que implican quitarle más espacio a la naturaleza. Finalmente esto me lleva a preguntarme ¿y qué haremos cuando ya no quede más espacio?, ¿qué haremos cuando le hayamos quitado hasta el último átomo de color verde al mundo?

¿Nuestro insaciable deseo de destruir para construir será complacido algún día? Espero que nos demos cuenta antes que realmente sea demasiado tarde, y finalmente digo Nuestro Planeta no necesita ser salvado, Nuestro Planeta sólo necesita que su principal amenaza tome conciencia.

Gracias por leerme.
Fran Afonso