Hoy en la mañana me levanté y por fin abrí los ojos, por primera vez en toda mi vida realmente abrí los ojos y lo que vi no me gustó. Se le acabó el combustible a mis fantasías y se terminó la vida de mis esperanzas; el mundo no es lo que yo creía, el mundo nunca fue lo que yo quería hacer de él, el mundo siempre ha sido el mismo y quienes lo habitamos también.

Mi bondad se destruyó en pedazos y de ella sólo quedan vidrios rotos, mi fe se extinguió como se extingue la llama olímpica al final de los juegos, pero quizás la mía no se vuelva a encender en 4 años. Nunca entendí el pesimismo, nunca entendí a los existencialistas hasta hoy que vi el Ennegrecido Techo del Mudo, bajo esta oscura luz vi las caras de mis hermanos, bajo esta oscura luz vi el deforme, monstruoso y horripilante rostro del mundo, bajo esta oscura luz mi mente se hizo clara y me dio mucho miedo estar despierto.

Esta noche voy a dormir y tras cerrar mis ojos espero quedarme dormido para siempre, espero levantarme con los ojos cerrados y seguir soñando despierto para volver a ver el cielo azul.