Una Reflexión sobre un Testamento para la Humanidad

«Había mucha alegría, extrañamente. Freddie sufría dolores, pero podía disfrutar de lo que más le gustaba hacer. A veces eso solo duraba un par de horas, porque se cansaba mucho. Sin embargo, durante ese par de horas, lo daba todo. Cuando no podía tenerse en pie, solía apoyarse en una mesita y se bebía un vaso de vodka y decía: Cantaré hasta que me desangre». Testimonio de Brian May, músico y astrofísico británico, integrante del grupo Queen. Fuente

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Esta es la tercera vez que intento escribir este post. La primera me dije… ¡ah déjalo así, como una experiencia tuya y nada más… ¿por qué lo tienes que escribir y además publicar? La segunda vez tomé el impulso y me decidí a escribir… pero mis palabras estaban hilando demasiado. La tercera vez…

Voy a hablar de lo que a mi forma de ver las cosas es uno de los mejores testamentos que ha dejado un ser humano sobre la tierra, un valioso testamento para toda la humanidad. El directo responsable de ese invaluable testamento se llamó Freddie Mercury. A mí no me gusta hablar en pasado de él, pienso que sigue vivo a través de su música, así que mejor cambio ese verbo y digo: se llama Freddie Mercury.

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El testamento es la canción Innuendo. Su letra es una verdadera poesía; su nivel musical es de los más altos en su conjunto instrumental y la poderosa e inigualable voz de Freddie Mercury le da un toque que la eleva a senderos que tal vez nunca podamos comprender. El video es algo realmente demencial a nivel artístico, y extraordinariamente directo en términos de poner los dedos en las llagas de la humanidad.

Voy a tratar de hacer una corta reflexión sobre lo que pienso pueden ser los puntos más álgidos de este hermoso testamento.

Recordemos las palabras más citadas de William Shakespeare:

El mundo es un escenario,
y todos los hombres y mujeres son meros actores,
tienen sus salidas y sus entradas;
y un hombre puede representar muchos papeles.

El video nos muestra un teatro con unos muñecos viejos y corroídos observando el espectáculo, estos son los espectadores del teatro perverso e inconsciente que estamos representando constantemente, es perverso porque mire lo que estamos haciendo con la tierra que nos da su vida para que podamos hacer nuestras representaciones.

Lo más perverso es que ni siquiera existe un público que lo esté viendo ¿o somos a la vez ese mismo público de plástico corroído, muerto, inerte, que ni siquiera se inmuta ante ese show? tal parece que sí, pues al final del video nos muestran a uno de esos muñecos en la pantalla del escenario.

Freddie Mercury expresa en unas pocas líneas la esencia de la perversidad de este teatro:

«Mientras vivamos bajo los dictados de la raza, el color y el credo,
Mientras gobernemos sumidos en la locura ciega y la codicia,
Mientras nuestras vidas sean regidas por la tradición, la superstición y la falsa religión,
a través de los eones y más allá (…)
Estamos desolados a pesar de nuestro esplendor»
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¿Qué enseñanzas sacaremos de todo esto cuando las montañas se desmoronen en los valles?
¿Hasta cuándo los arlequines políticos bailarán para conformar la jerarquía del absurdo?

Cuando me embarga la melancolía por sentirme perdida, no importa si es de día, o es el manto de la noche el que me cobija, porque la melancolía no conoce de horas, ni fechas, tal vez le gusta embriagarse para seguir navegando sin rumbo en la «bilis negra» (1) que destila creyendo que dentro de sus olas encontrará las respuestas.

Un viento enrarecido trae consigo el golpe de un redoblante y a lo lejos la tenue luz de un faro resguardado por un malabarista de mundos paralelos me invita a la danza en los eones y más allá.

Luego escucho su inconfundible voz que trae el equilibrio a mi océano de sombras,
él viaja a través de la bruma y me abraza con un suave susurro:

«Puedes ser lo que quieras ser,
tan solo conviértete en aquello que podrías ser,
Sé libre, a tu ritmo, sé libre, sé libre,
vence a tu ego, sé libre, sé libre para tí mismo»
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¡Gracias Freddie Mercury por existir!

Aquí el video de Innuendo con su traducción.

(1) Melancolía es un término que deriva del latín y que, a su vez, tiene origen en un vocablo griego que significa “bilis negra”. Fuente