—Una reflexión—

A pesar del intenso sol que hacía es tarde de domingo, aún había frío invernal en la ciudad de Córdoba. Esta foto e recuerda directamente a las reflexiones de domingo. No solo porque fue tomada un domingo sino por la soledad y reflexión anónima de parte de este caminante sin rostro, sin identidad para mí. Con la que me siento muy identificado. Los domingos suelen ser de reflexiones, pensamientos y a veces llevar a cabo proyectos fotográficos o literarios que llevo tiempo pensando. Por esa razón, abro esta selección con un foto reflexiva para introducir el proyecto que desarrollé hoy con amigos de la residencia.

—El viento y metal—

Algo que sin duda extrañaré del otoño y el invierno (primera vez que los vivo propiamente) serán los árboles mudando sus hojas, "renaciendo", mostrándose expuestos ante el clima. Ese aspecto de muerte pero renacer que le brindan a la ciudad. Pasillos de árboles sin hojas en todas las avenidas o el tono cálido a pesar del frío que brindan las hojas secas y el marrón que empieza a teñir las calles.

—Un florecimiento—

Una postal urbana, de la Plaza San Martín de Córdoba, que muestra la llegada de la primavera. A pesar de haber sido un día gris ese día que tomé esta foto, este floreciente árbol alumbraba y contrastaba toda la plaza y sus caminantes con depresión económica.

Lo bueno de estos cambios es que los paisajes urbanos empiezan a ser más atractivos, llenos de color. Lo malo, porque nada es perfecto en esta vida, es que los calores empiezan a amargarme la vida. A pesar de ser caribeño prefiero mil veces el frío. Pronto les mostraré mis aventuras por los ríos de Córdoba de nuevo cuando los fines de semana viajemos.