Ayer te besé, te abracé, te sentí, sentí tus pechos sobre mi pecho y el latido que retumbaba en la habitación y se hacía uno solo entre los dos. Te recordé. Ayer te imaginé, mucho te soñé. Esto no es un poema que termina en 'es', solo es lo que fue. Esta vez, te imaginé con nostalgia, como siempre, pero una nostalgia distinta. De alguna manera sentí que estaba todo bien con quedarme roto por dentro y seguir rompiendo otras pequeñas piezas de mí hasta transformar todos esos pedazos en algo que iré definiendo a partir de estos pensamientos.

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Pierdo la noción del pensamiento y espacio, estiro mis piernas, veo hacia el techo que curiosamente me deja vernos. En estas sábanas y paredes ajenas a ambos, las convertimos en íntimas para cruzar con las historias que se han vivido en este pequeño recinto de amor -por atribuirle una característica fuerte. Todo es ajeno en este mundo, quizás nunca nada llega a ser nuestro y aprender a dejar ir es de los aprendizajes más valiosos y que llevo tiempo tratando de entender este arte.

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Te imagino y compongo tu ser en una tez morena, en unos rulos cortos, en unos labios carnosos y unos pechos que no son los tuyos, a pesar de que ya olvidé tus pechos. Te compongo solo en mi imaginación y vuelvo a perder la noción de dónde estoy, no solo físicamente sino en cuanto a la vida, mi vida, quizás nuestra vida. Me pierdo. Te sigo perdiendo. Escribo y pienso y todo esto, simulando inspiración en un momento de pasión y lleno de cosas nuevas, ayer fue mi primera vez en tantas cosas que la excitación fue desconocida, nunca antes experimentada. De a ratos, ayer, recordaba nuestra inocencia y cómo mi primera vez en varias cosas era solo contigo. Ahora mis pedazos van experimentando nuevas cosas pero nunca completas.

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En blanco y negro te comparto, un blanco y negro fantaseado del pasado revelado, entre mujeres ajenas y cercanas, amigas y compañeras sexuales, entre fantasías; trivialidades e inocencias compartidas. Te revelo como un recuerdo y un encuentro de un pedacito tuyo en cada otra mujer...
Ayer te recordé, te imaginé.

—FIN—