Esta es una publicación

algo corta porque mis pensamientos invadidos de drama, mi lengua cansada de articular argumento en discusiones políticas y mis ojos que se entrecierran por el sueño no me dejan más.

Comparto en esta publicación un par de fotos de flores tanto a color como en blanco y negro para transmitir dos cosas totalmente opuestas de estaciones transitorias: los colores de la primavera y la melancolía y frialdad del otoño.

---

Veo una luna llena,
grande y cerca.
Veo su resplandor
en el azul rey del absoluto cielo.
Veo, oigo y siento algunos recuerdos,
algunas canciones
y algunos colores...
Solo siento, entre espejos
y numeroso rostros desconocidos,
algunos otros repetidos.
Solo siento lo que no sé sentir.
¿Quién dice que los sentimientos se saben o piensan?
—alguna vez me dijeron—
yo solo sé que es nuevo,
que no entiendo,
que no sé sentirlo.
Que la luna mística que nos unió alguna vez,
tú hoy la compartes a millas y millas y millas de distancia
con otro que te la supo vender.
Que al final yo me quedaré,
solo,
hoy,
viendo esta luna que amo imaginarte
con tus múltiples caras,
viéndola también

---

---

En mi imaginación,
en la tuya,
las flores pueden ser lunas,
nuestras lunas,
nuestros guiños
al pasado vivido

---

FIN