Relato - Valquiria Sin Alas

 

Diario de Günther:

23/02/1935:
 Desde 1933, sigo al canciller Imperial y presidente del partido Nacional Socialista Obrero Alemán, Adolf Hitler. Ese hombre es un genio, es la promesa de esta patria, que hasta ahora se veía perdida. Sus políticas, sus libros, su vida. Amante de los animales. Tener a alguien así en cualquier nación, sería una victoria total. Sólo hay que librarse de esos malditos Judíos y este Imperio volverá a ser grande. ¡VIVA EL IMPERIO ALEMÁN!

01/09/1939:
 Acaba de estallar la Segunda Guerra Mundial, casi todo el mundo dice que esto es “violar el tratado de Versalles”, lo que realmente significa éste acto, es abrir los ojos. No podría haber sido de otra manera y si hace falta les conquistaremos para que lo entiendan. Somos capaces de cualquier cosa, por algo me llaman “Kluger Hans”. ¡VIVA EL IMPERIO ALEMÁN! 

15/06/1940:
 No me acabo de creer que el Führer me haya enviado a hacer lo que he hecho junto a un pelotón y unos actores baratos. La confianza de Hitler significa mucho para mí, pero estar grabando escenas falsas de “Judíos” haciendo supuestamente el caos en la ciudad y retransmitirlo públicamente no me parece nada correcto. Vale que están causando problemas a nuestra sociedad, pero no hace ninguna falta engañar a los ciudadanos para profundizar en el odio. Bueno, por lo menos la guerra está yendo tan bien como se esperaba. ¡VIVA EL IMPERIO ALEMÁN!

02/03/1942: 

Ésto se está convirtiendo en una locura, la ofensiva alemana ha sido paralizada durante demasiado tiempo y ahora los Soviéticos están produciendo una gran cantidad de armas. ¡Hay que hacer algo al respecto!

  He tenido una reunión con Hitler para discutir el tema, pero no quiere entrar en razón. Ya sé que la raza aria es superior a las demás, pero eso no significa que no puedan sufrir de congelación en un clima tan frío como el que hay en Rusia. Tenemos que cuidar de nuestras tropas si queremos salir de aquí con vida. Pero en cambio son abandonadas a su suerte, bombardeadas por aviones rusos que no paran de hacer volar propaganda con imágenes de alemanes muertos de congelación para minar nuestra moral. Es demasiado cruel como para tolerar algo así. Para colmo la publicidad engañosa de este imperio no para de decir bobadas sobre todo lo que hay a la vista y a mí me repatea que me obliguen a ser parte de ello. Pensé que era un hombre inteligente, maldita sea.
 

18/08/1944:
 Mi esposa y mis hijos están tremendamente asustados por el panorama, he decidido que será mejor que se vayan de aquí y rehagan una vida antes de que sea demasiado tarde. Ya he informado a los de operaciones especiales para que les preparen unos pasaportes falsos. Yo sin embargo no podré acompañarles, tengo deberes aquí. He contactado con lo que queda de Valquiria, los que intentaron asesinar a Adolf hace poco. Voy a unirme a ellos y acabar con esta locura de una vez, éste líder no era más que un burro con una lengua de oro después de todo. Pero para eso necesito fingir mi muerte. El plan es esperar en las sombras hasta que un día, cuando Adolf decida ir a su búnker por desesperación, yo pueda fingir su suicidio, tal y como haré con el mío y salir de allí totalmente impune. Tal vez vaya a Sudamérica después de todo, a relajarme. Hasta nunca, querido diario. 

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Espero que esto os sirva de aperitivo hasta que tenga el relato prometido de Tánatos, parece que voy a tener problemas porque el chaval que me hace el dibujo no lo tiene fácil para quedar y entregarlo y parece que no tiene escáner para hacerlo virtualmente a distancia. Así que se aplazará un tiempecito. Mientras aprovecharé para ir re-re-re-repasando ocupándome de que el relato está como me gusta.

Hasta la próxima (espero que ya con el relato prometido) y un abrazo a todos mis lectores y visitantes fugaces ~ SAW