Evangelio del día – 9 de agosto

in #spanish7 years ago

Evangelio según san
Mateo XV, 21-28

Miércoles de la 18.ª semana del Tiempo Ordinario

En aquél tiempo,

Jesús se fue a las partes de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer Caananea¹, que había salido de aquellos términos, y clamaba, diciéndole: Señor, hijo de David, ten piedad de mí. Mi hija es malamente atormentada del demonio.

Y él no le respondió palabra. Y llegándose sus discípulos, le rogaban y decían: Despáchala, porque viene gritando en pos de nosotros.

Y él respondiendo dijo: No soy enviado sino a las ovejas, que perecieron², de la casa de Israel.

Mas ella vino, y le adoró, diciendo: "Señor, valedme".

Él respondió, y dijo: No es bien tomar el pan de los hijos³, y echarlo a los perros.

Y ella dijo: Así es, Señor⁴; mas los perrillos comen de las migajas, que caen de la mesa de sus señores.

Entonces respondió Jesús, y le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres.

Y desde aquella hora fue sana su hija.
¹ San Marcos la llama Griega Sirofenicia, porque esta provincia que estaba entre la Palestina y la Siria, era en aquel tiempo poblada del resto de los antiguos cananeos, que usaban la lengua y ritos de los griegos, introducidos por los reyes de Siria, sucesores de Alejandro.

² Esto es, para reducir y convertir a los judíos cumpliendo las promesas hechas por Dios a Abraham y a David. Esto lo decía para probar su fé, y en el mismo sentido habló después a la cananea (v. 26).

³ Así eran mirados los judíos por el particular cuidado con que Dios los gobernaba como Padre; y los gentiles, al contrario, eran reputados como perros por la impureza de sus costumbres, y por su idolatría.

⁴ Así es, Señor, como lo decís; pero después que los hijos se han saciado del pan que les es debido, los perrillos que andan alrededor de la mesa recogen aquellas migajas que se caen o que sobran a los hijos; como si dijera: Yo, Señor, conozco que los judíos son los hijos y los señores; y yo siendo gentil, solamente me considero como una vil perrilla. Por tanto no pido la plenitud de gracias, que es debida a los hijos, sino un desperdicio solamente de vuestra mesa, algunas reliquias o sobras de los milagros que podéis obrar en favor de los judíos. Estas palabras llenas de humildad, de modestia, de fe y de prudencia, movieron al Señor a que alabase su fe, y le concediese lo que pedía.
Biblia de Scio

Coin Marketplace

STEEM 0.19
TRX 0.15
JST 0.029
BTC 63562.42
ETH 2649.15
USDT 1.00
SBD 2.77