Evangelio del día – 07 de agosto
Evangelio según san |
Cuando lo oyó Jesús (sobre la muerte de Juan, el Bautista), se retiró de allí en un barco a un lugar desierto apartado¹. Y habiéndolo oído las gentes, lo siguieron a pie² de las ciudades.
Y cuando salió, vio una grande multitud de gente, y tuvo de ellos compasión, y sanó los enfermos de ellos.
Y venida la tarde³, se llegaron a él sus discípulos, y le dijeron: Desierto es este lugar, y la hora ya es pasada. Despacha las gentes, para que pasando a las aldeas, se compren que comer.
Y les dijo Jesús: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
Le respondieron: No tenemos aquí sino cinco panes, y dos peces.
Jesús les dijo: Traédmelos acá.
Y habiendo mandado a la gente, que se recostase sobre el heno, tomó los cinco panes y los dos peces, y alzando los ojos al cielo bendijo⁴, y partió los panes, y los dio a los discípulos, y los discípulos a las gentes. Y comieron todos y se saciaron. Y alzaron las sobras, doce cestos llenos de pedazos. Y el número de los que comieron fue cinco mil hombres, sin contar mujeres, y niños.
Biblia de Scio
Biblia de Scio:
¹ Huyendo del furor de Herodes, porque su hora no era aun llegada. Se retiró a un lugar cerca de Betsaida en la Galilea superior de la tetrarquía de Filipo.
² Pedestres, a pié, y por tierra, y no en barco, como iba Jesús.
³ Lo que se debe entender de las primeras vísperas, o tres horas después de mediodía
⁴ Bendecir y dar gracias son expresiones sinónimas en la Escritura (Jn 6,11). Esta bendición santifica lo que comemos, después de haber reconocido que es Dios quien nos lo da, y de haberle dado gracias por ello.