Sin querer habíamos logrado lo que tanto nos imaginamos y con un miembro más en nuestra nueva familia.

Fueron unos buenos meses, conociéndonos y enamorándonos cada vez más.

Extrañamente mis antojos fueron de verduras, no toleraba el dulce pero me moría por un coliflor. A él también se le pegaron mis antojos y subimos de peso juntos. ¡Barriguita llena corazón contento! ♥

Al nacer Enrique me di cuenta que se convertiría en el mejor papá de todos. Desde el inicio ha estado atento a todo lo referente al bebé. Le daba su tetero, lo cambiaba, lo bañaba e incluso desde que tenia pocas semanas se quedaba cuidándolo cuando a mí me tocaba salir.

Hemos sido inquebrantables, siempre unidos. Hay personas que han querido entorpecer nuestra relación pero nunca hemos permitido eso.

Nos motivamos a ser mejores personas, los mejores padres.

Hemos tenido errores y peleas como en toda relación. Aunque nada que lamentar. Si yo estoy fallando en algo, siempre lo comenta de la mejor de las maneras para así poder darme cuenta de mis errores y corregirlos a tiempo. Si algo no me parece, lo hablamos y llegamos a un mutuo acuerdo.

En un principio si me comporté algo celosa e insegura, pero a lo largo de los años le he restado importancia a pensamientos tontos.

Sea cual sea la situación que estemos viviendo estamos ahí para darnos palabras de aliento y apoyarnos. Confiamos el uno del otro, nos respetamos y sobretodo, nos amamos.