La aventura de Marta... //PRIMER CONCURSO DE RELATOS EROTICOS PAPIKIWI 07/01/2018

Marta solía ir todas las noches al mismo café, solo a dos cuadras de
su apartamento frecuentaba un lugar obscuro, lleno de gente
desconocida y de poco socializar. Ella, una mujer de 36 años, que
dedicaba la mayor parte de su tiempo a su trabajo de promotora en
el banco, en el cual llevaba de hecho ya casi unos 13 años de su vida,
se sentía ya aturdida por la rutina, sin encontrar mucho sentido en
sus días, decidió entonces aventurarse en busca de nuevas
experiencias.

Una noche camino a casa luego de comprar los víveres, Marta se
quedo observando el letrero de la entrada de un club, pensando…
“Amnesia”, mientras observaba a la gente entrar, veía chicas muy
jóvenes en minifalda e imaginaba como se sentiría si decidiera
entrar allí, se creía ya algo vieja para eso, pero, aun, se preguntaba:
“Pero… ¿Qué tal y si yo…?” “No, claro que no, qué tontería!”

fuente

Varios días después, luego de una larga rutina de trabajo, acostada
en su cama, cansada y agobiada entre tantos pensamientos,
comenzó de nuevo a pensar “Amnesia”… y se sonrió a si, se levanto
entonces de la cama, se miro al espejo mientras recogía su cabello
entre sus dedos e inclinaba su rostro levemente a la derecha, y
pensó, vaya no me hará mal ir un rato y ver que tal, se desnudo,
tomo una toalla y se fue al baño, Marta a pesar de sus mas de
treinta años conservaba un cuerpo realmente hermoso, piel muy
tersa, caderas anchas, una fina y delicada cintura, y sus grandes
pechos, aun firmes, era tan hermosa.

fuente

Salio entonces de su apartamento usando sus jeans mas ajustados,
una blusa corta que dejaba ver la parte superior de sus senos y un
escote que mostraba gran parte de su espalda. Caminaba por el
anden, mientras pensaba en lo mucho que quería embriagarse hasta
olvidarse de sus problemas, imaginaba, finalizada la noche, irse con
un extraño y tener una aventura que le diera algo que pensar por un
par de dias.

Al llegar a “Amnesia”, Marta se sentó en la barra y pidió un trago, el
cual le fue servido velozmente por el chico del bar, que se había
quedado enganchado al verla. Mientras ella bebía observaba el
lugar, “No está nada mal”, pensó, mirando hacia su derecha, “Hay
tanta gente joven sin embargo, no creo encontrar nada que me
interese aquí”, se dijo mientras giraba ahora a la izquierda y seguía observando.

fuente

Se dirigió al baño, para observar su maquillaje, lo cual era realmente
una excusa para si misma, mientras en realidad pensaba si irse o
quedarse un rato más, en ese instante observa entrar a dos chicas
besándose apasionadamente, y sonriendo y pensando: “Ay, los 20s”,
sale finalmente del lugar. Se sienta nuevamente en la barra para
pedir otro trago, el bar-tender mirándola de manera coqueta le sirve,
Marta no había prestado atención, estaba muy ocupada mirando
alrededor.

Manuel, un muchacho de unos aproximadamente 26 años, de piel
blanca, ojos café, de cabello oscuro liso, con el típico corte de pelo
raya al lado y barba, era muy apuesto, tenia muchos tatuajes en su
piel, una espalda ancha y unos brazos muy fuertes. Detenidamente
observaba a Marta, miraba su cabello largo, sus hermosos risos, sus
grandes ojos negros, sus labios gruesos, y así continuaba su
recorrido, centrado la vista en su pecho, imaginando como se verían
sus senos, le quitaba el sostén, y descubría sus pezones,
desnudándola en su mente, miraba sus hombros, admirando como
se veía tan frágil y delicada, deseando poseerla.

fuente

Mientras tanto, ella, ya muy aburrida, pensando en marcharse, pide
la cuenta. Manuel observándola, se acerca hacia ella y le dice: “No
me has notado, pero te he estado observando toda la noche, me
encantas”, Marta lo mira con ternura y sonríe, Manuel le ha causado
simpatia.

“¿Por qué no me lo expresas en un lugar más privado?”, le responde
ella, el sonriendo la observa fijamente, se muerde los labios, y
señala con su mirada hacia la derecha, mostrandole una puerta.
Marta se levanta y se dirige hacia ella, el la sigue. Entran a un
pequeño cuarto, una especie de bodega, de la cual no se puede
observar mucho pues la bombilla de la lampara no era muy brillante,
estaba dando las ultimas luces casi antes de fundirse.

Manuel cierra la puerta con seguro, y la toma firmemente de su
cintura, halandola hacia su cuerpo, se acerca despacio a ella y le
besa el labio inferior, ella le devuelve el gesto, tomándolo del cuello,
e introduciendo lentamente su lengua en su boca, como una danza
entrelazan sus lenguas mientras el sube su blusa, ella empieza a
desabotonar su camisa, mientras observa su pecho tatuado, fuerte y
marcado, acariciándolo siente como resbala en las gotas de sudor, se
empezaba a sentir la temperatura en esa pequeña habitación.

fuente

Ella se quita el sostén, y descubre sus senos, el los sostiene en sus
manos y los aprieta, mientras procede a presionar unos de sus
pezones entre sus labios, “Mmm”, ella lo disfruta, el saca su lengua y
empieza a lamer su pezón derecho, mientras con sus dedos juega
con el izquierdo. “Mmm” Marta, sigue, entonces procede a bajar el
cierre de el pantalón de el, deseosa de tomar su pene entre sus
dedos…

Bueno amigos, como pudieron leer en el titulo este relato lo he escrito para el concurso de relatos eróticos patrocinado por @purapapita y @vicokiwi... Ya que el concurso señala que el relato debe llevar 800 palabras, les dejo la historia allí, antes de llegar a las 1000.

Nomino a @majo1989 a participar, los que quieran pueden participar sin nominacion también, les invito.

Espero hayan disfrutado este relato, a todos los que se han tomado el tiempo de pasar por aquí y leerme, se los agradezco mucho, a los que comentan y apoyan continuamente mis post, muchas gracias, un gran abrazo y hasta la próxima!