Caminaba por las calles de Caracas, era un día lluvioso y caótico en la ciudad. Salgo corriendo entre la gente a taparme de las frías gotas que sin piedad caían sobre mi cabeza.

logré entrar entre en un pequeño espacio que había entre la multitud, como cosa rara en Caracas, siempre hay alguien que se queja.

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Niña cierra ese paraguas que me vas a sacar un ojo.

Cuando me disponía a hacerlo, observo una figura alta que me observaba desde la otra calle. Admito que me intimida que la gente me mire fijamente, pues esa clase de personas son capaces de ver tu alma y todo lo que ocultas en ella. Algo tímida desvío mi mirada y continuo mi camino a casa. Es increíble pero esos ojos ya los había visto antes, algo en mi sabía de ti.

Rumbo a mi casa siento como grandes y lentos pasos vigilan mi caminar. No quiero voltear, me siento aterrada. Empiezo a caminar más rápido y saco mis llaves para no perder tiempo. Los pasos que me siguen también aumentan su marcha, mi corazón late muy rápido, mis manos sudan, sin saber qué hacer y con los lentes empañados por la lluvia caigo al suelo. Por unos segundos mi mente colapsó y todo parecía ser distante y lento, una mano me ayuda a levantar.

¿Estás bien? - Me dice una voz suave.

Aquí viene de nuevo ese extraño deja vú. Esa voz la había escuchado antes.

Si, solo me raspé un poco la rodilla, pero gracias.

Al subir la mirada sentí miedo. Era el mismo hombre que me observaba hace unos minutos atrás. Aunque estaba asustada había algo en esos ojos que me transmitían una calma a futuro.

Con voz firme me dijiste tu nombre.

Mucho gusto, me llamo Guillermo. Tu rodilla no parece estar bien.
Estoy bien, no te preocupes

Sin decir más nada solo me alejé y te dejé ahí.

Llego cansada a casa y solo quiero dormir.

Al día siguiente despierto y ¡SORPRESA! Estoy confundida. ¿Dónde está mi rodilla rota? esto fue muy extraño, eso no podría ser un sueño, todo parecía real.

Aún impactada por ese extraño sueño, me visto y me arreglo para ir a clases. Camino al metro escuchando algo de música, voy algo tarde a clases pero prefiero llegar algo tarde a no llegar.

Llego a la estación de metro y que desastre, parece imposible entrar, ya he dejado pasar 3 trenes y nada que puedo montarme. Quizás en este si pueda montarme. Abro espacio entre la gente pero parece que nadie quiere salir. Cuando las puertas estaba a punto de cerrar una mano sale de la multitud y me adentra al vagón.

Muchas gracias, casi ni logro entrar.

No te preocupes

"No te preocupes" ¡esa voz! ahí esta de nuevo.Subo mi mirada para reconocer el rostro y ahí estaba... no lo puedo creer, algo aquí no está bien. Instantáneamente me puse a sudar, mis manos temblaban, quería salir corriendo.

¡DESPIERTA! vas tarde a la universidad.

¿Qué?

Esto cada vez es más loco ¿fueron 2 sueños?
No puedo creer esto que me está pasando ¿quién es él? ¿Por qué esto se siente tan real?

Camino rumbo a la cocina a tomar mi desayuno y mi cuaderno de dibujo que como siempre está regado por todos lados.

Recuerda pasar por casa de tu abuela Eimi antes de regresar a casa.

Si mamá, ya sé

Al salir de la universidad tengo que esperar de nuevo el metro para poder llegar de nuevo a casa de mi abuela. Mientras tanto tomo mis lapices dibujaré ese rostro que vi en mis sueños, no quiero olvidarlo. El metro tardó un buen rato así que mi retrato quedó casi listo.

Llego a casa de mi abuela y como siempre huele muy bien.

Hola abuela, bendición, te traje algo para que te endulces el día.

Que atenta eres, siéntate que la comida está casi lista.

A mi abuela no le gusta que la haga esperar así que me apresuro al comedor. Pongo mi block sobre la mesa y me dispongo a comer.

¿Que dibujas? hace mucho que no me muestras tus dibujos.

Un par de retratos y ya. Aún no dibujo tan bien como tú. - Terminaba de decir esto y veo que mi abuela rompe en un llanto suave.

¿Qué pasa abuela? ¿te duele algo?

Muy despacio contestó:

Guillermo...

Sorprendida y asustada le pregunto:

¿Lo conoces?

¿Conocerlo? fue mi primer, único y gran amor, pero la situación en en el país era delicada. Había pobreza extrema, los sueldos no ayudaban a nada...
Guillermo se fue del país en busca de mejores oportunidades; poco a poco fuimos perdiendo el contacto, después de 1 año no supe más nada de él...